¿Por qué duele?
El miedo influye mucho, por eso es importante prepararse bien en el embarazo
Aunque el uso generalizado de la epidural ha ahorrado muchos dolores a las parturientas, siempre existe una parte de la dilatación que se pasa en casa y que puede resultar molesta. Saber por qué se produce el dolor y cómo se puede afrontar ayudará a que el parto sea más fácil e incluso más corto.
El momento del parto siempre está asociado a emociones y sensaciones únicas y a un dolor a menudo difícil de describir. Pero, ¿por qué duele tanto dar a luz? La respuesta es muy sencilla: porque son muchos los órganos que deben ponerse en marcha para preparar el nacimiento.
Durante la dilatación El dolor se produce por la contracción uterina y el ensanchamiento del cuello del útero (cérvix). Es un dolor difuso y en ocasiones se acompaña de náuseas y sudoración.
En el expulsivo, El dolor se produce por el descenso del feto y por la distensión de la vagina y el periné. Es más concreto y de intensidad creciente.
Aunque el proceso sea el mismo en todas las embarazadas, no todas sienten el dolor de la misma manera, ya que su localización varía. Algunas describen un malestar abdominal asociado claramente a las contracciones, otras se quejan de molestias intermitentes en la espalda y también hay mujeres que sufren un dolor continuo en la región baja de la espalda. Los dos primeros son de intensidad variable y progresiva a medida que avanza el parto, mientras que el tercero es intenso y apenas se modifica durante el transcurso del parto.