La cocina
Así, la cocina que no se limpia puede acumular gérmenes y lo mismo el suelo de la casa, especialmente si hay pelusas o pelos provenientes de animales domésticos. Por eso hasta que el sistema inmunológico del niño termina de desarrollarse (alrededor de los tres años), hay que limpiar más. «La higiene doméstica ha de ser parecida para todos los miembros de la familia; el problema con los niños, dependiendo de su edad, es que pueden tocar, coger o hacer cosas que un adulto consciente no hace», indica el presidente de la SEIMC. Una de las razones por las que hay limpiar bien la cocina es porque ahí se manipula la comida. «Los alimentos crudos, especialmente los cárnicos, pueden tener microorganismos que, a través de las manos de las personas, pueden transferirse a otras superficies o personas», añade el doctor Álvaro Pascual. Para evitarlo, basta con limpiar las superficies con los detergentes habituales y lavarse las manos oportunamente después de tocar dichos alimentos. «Igualmente, los suelos deben limpiarse con productos adecuados, porque los niños pequeños suelen gatear en estas superficies», aclara el experto.
No es raro que en una casa haya mascotas, pero este es un extremo que tampoco ha de asustar en exceso a los padres. La presencia de estos animales ha de estar sujeta a una serie de medidas de higiene y vacunación responsables, y nos tenemos que asegurar de que visiten al veterinario oportunamente. «Evidentemente, tenemos que alejar de los niños la basura y las cajas de arena de los gatos», comenta el doctor Pascual.
«La presencia de bacterias en las superficies es habitual porque constituyen su hábitat natural, pero la mayoría de estos microorganismos son inofensivos. Unas medidas de higiene doméstica habituales suelen ser suficientes», nos tranquiliza este microbiólogo.