“El final es un nuevo comienzo”
Daniela Fejerman, coguionista y directora de la película La adopción y madre de un niño adoptado de Ucrania, de 8 años de edad. ¿Cómo nació la idea de hacer la película? Tiene una fuerte base autobiográfica. Cuando estaba en Ucrania, pasándolo fatal, me escribía con mis amigos más cercanos y les contaba que me sentía como dentro de un cuento de Navidad contado por Kafka. Convertir mi experiencia en una película fue una necesidad vital de compartir, de elaborar esta historia. ¿Por qué fue tan mala esa experiencia? Cuando llegamos a Ucrania con la ilusión de encontrarnos con nuestro hijo, nos dimos de bruces con un sistema corrupto, donde se trafica con el destino de los niños. ¿Crees que ocurre lo mismo en otros países? No sé cómo funciona en otros países, aunque me pregunto dónde van las decenas de miles de euros que se pagan para adoptar a un niño en el extranjero. En ciertos países del Este, el 70% va para sobornar al funcionario de turno. ¿ Cómo te sentiste al ver una historia tan personal interpretada por otros? En el rodaje, cuando vi entrar al niño que hacía de papel de mi hijo vestido como en el primer encuentro y caracterizado con un pequeño angioma en la mejila como el que él tenía... ahí me vino toda la historia real de golpe y me emocioné. Todavía me emociono al contártelo.