Ser (los mejores) padres.
Es difícil saber cómo alimentarte en este periodo tan delicado. La matrona te dice una cosa, tu doctora otra, tu amiga otra... Menos mal que el Hematocrítico ha recopilado la lista definitiva de lo que NO puedes consumir. ¡Buen provecho!
Alimentos procesados: No
Es importante consumir solo cosas naturales y sanas.
Productos del cerdo: No
Pueden contener la toxina de la toxoplasmosis.
Ternera: No
La grasa y el colesterol son malos para tu salud. Y luego está lo de las vacas locas.
Carnes blancas: No
¿Qué pasa? ¿No te acuerdas de la gripe aviar?
Pescados: No
¿Mercurio? ¿Sodio? No me tires de la lengua con los anisakis, GRACIAS.
Frutas y vegetales: No
Muchísimos pesticidas y fertilizantes.
Frutos secos: No
Son superalérgicos, pueden atascarse en la garganta, son peligrosísimos.
Cereales: No
¿Sabemos si tu bebé es intolerante al gluten? ¿Y si lo fuera? Es mejor prevenir.
Lácteos: No
Lo mismo con la lactosa. Hay que atacar a la posibilidad por lo sano.
Pasta y arroz: No
Los hidratos de carbono engordan muchísimo y es justo lo que menos necesitas.
Huevos: No
Tu frágil ecosistema no necesita nada que salga por según qué sitios, ¿verdad?
Dulces: No
¡Estar embarazada no es excusa para perder la línea!