¿Cómo debe ser su calzado a esta edad?
De planta ancha y forma cuadrada o redondeada, nunca puntiaguda para evitar que los dedos se monten entre sí.
De tejido flexible, para adaptarse fácilmente al pie. También la suela debe ser flexible. Puedes comprobarlo doblándola hacia arriba. Ligero, que permita caminar con desenvoltura. Con poco tacón, para facilitar el juego de la articulación del pie. Con sujeción suficiente. Los zapatos muy abiertos se les salen con facilidad. Regulable a la anchura del pie, con cordones o bien correas o cierres. A esta edad ya pueden utilizar diferentes tipos de calzado: sandalias, zapatillas de loneta, deportivas, playeras..., pero deben evitar los mocasines, las manoletinas y las chancletas. Este tipo de calzado no sujeta bien el pie y les obliga a realizar un esfuerzo innecesario al caminar. Sin duda, el mejor material es la piel natural, que favorece la correcta transpiración (los pies de los niños suelen sudar mucho). Las deportivas de lona son flexibles y cómodas para el verano, pero han de usarse con moderación. Al ser cerradas, favorecen la sudoración. El plástico está totalmente desaconsejado, porque impide la transpiración.