Es probable en caso de…
Pelvis estrecha. Según un reciente estudio de la Universidad de Viena, la práctica regular de las cesáreas en las últimas décadas ha hecho que los casos en los que el tamaño de la pelvis dificulta el parto vaginal pasen de 30 de cada 1.000 en los años sesenta, a 36 de cada 1.000 en la actualidad. Las mujeres con pelvis estrechas no habrían sobrevivido a los nacimientos hace cien años. Ahora lo hacen y transmiten la característica de pelvis estrecha a sus hijas.
Presentación de nalgas. En los últimos años se ha promovido la cesárea cuando el bebé está colocado de nalgas. Los estudios médicos demuestran que si se cumplen unas condiciones concretas es posible el parto vaginal y algunos hospitales están recuperando la técnica.
Tumores que obstaculizan el paso del bebé. Suelen ser miomas uterinos. Conviene esperar a que se inicie el parto y ver cómo evoluciona.
No dilatar. El miedo, la tensión ambiental, sentirse sola u observada por el personal sanitario... todo esto hace que el cuerpo se bloquee y la dilatación se estanque. En estas circunstancias, si la mujer se queda sola un rato, sin observadores, casi siempre puede dilatar fácilmente.
Pérdida de bienestar fetal. El bebé, en el transcurso del trabajo de parto, muestra alteraciones en su latido cardiaco que se mantienen y acentúan con el tiempo, y en los que se valora una pérdida progresiva de su capacidad de recu- peración. Pero en ocasiones este malestar es debido al uso inadecuado de oxitocina o a que la madre permanezca tumbada.
Cesárea anterior. Ya no se aconseja realizar la intervención porque exista una cesárea previa (salvo que se repitan las mismas causas). En la Sanidad Pública la mujer puede decidir si quiere la quiere de nuevo o intentar un parto vaginal. Tome la decisión que tome, ha de firmar un consentimiento informado. Se estima que más del 70% de las mujeres pueden lograr un parto vaginal tras una cesárea.
Embarazos múltiples. Depende de la madurez fetal y de la posición de los bebés. En Holanda solo el 14% de los gemelos nacen por cesárea mientras que en España, el 50%.
Ciertas enfermedades maternas como la eclampsia, el herpes genital (si la madre presenta un brote activo) o la infección por VIH.
En cualquiera de estos casos se puede lograr que la cesárea sea respetuosa para la madre y el niño, permitiendo la presencia de un acompañante, utilizando analgesia epidural y tratando a la mujer con cariño y explicándole lo que sucede.