¡No hay que ser inflexible!
No pasa nada si alguna vez alteramos la rutina. Puede que el niño esté enfermo o haya pasado un mal día, o simplemente puede que nos apetezca ver una película en la cama todos juntos. Sea cual sea el motivo, podemos dormir todos juntos y el niño lo entiende como lo que es, una excepción a la norma. Aquí van algunos ejemplos: