No criticaré al profesor de mis hijos.
Fomentar el entendimiento entre profesores y padres mejorará la educación de los niños y solucionará problemas asociados como el fracaso escolar.
Par avanzar en la vida, los niños necesitan que una mano la sostengan sus padres y otra sus maestros
Has escuchado alguna vez criticar a un profesor delante de los hijos? ¿Has sufrido la avalancha de deberes que tu hijo tiene en casa? O por el contrario, ¿has hablado o escuchado hablar de un profesor como esa persona generosa, vocacional? ¿Has tenido la oportunidad de sentir que tú y los profesores formáis un equipo? ¿A que da gusto? Pero no siempre es así. Quizás nuestros egos, las prisas, el no saber ponerse en lugar del otro, quizás la falta de visión educativa…. Sabemos que, en buena medida, que funcione bien la educación está en nuestra mano. En la actualidad observamos muy de cerca que a todos nos preocupa la educación. Es una lástima que, como nos contaba el periodista Carles Capdevila en una ponencia en la que confesaba su admiración por los profesores, «el relato de la educación es un relato negativo. La palabra más asociada a ‘escolar’ es fracaso. Hablamos de los problemas de la educación, cuando la educación no es un problema, es la solución».
La educación es la solución a problemas como el acoso escolar, la desmotivación en el aula, la racionalización de los deberes o la formación en valores. Sobre todo si vamos todos de la mano y, como dice Javier Palop, director de la Fundación SM, los padres, madres y profesores ( verdaderos protagonistas de esta tarea) hacemos equipo. Carmen Cabestany, profesora y secretaria de la Asociación No Al Acoso Escolar, apuntaba que «los niños tienen dos pies y dos manos. Para dar pasos firmes por la vida, necesitan que una mano la sostengan sus padres y otra sus profesores». En esta misma idea insiste la psicóloga María Jesús Álava Reyes quien considera que «el equipo más importante de la vida de nuestros hijos es el que formemos los padres con sus profesores. Si lo hacemos bien, los niños serán los principales beneficiados».
El Pacto por la Educación en Equipo surge precisamente de esta necesidad, la de dotar de compromiso a la relación existente entre padres, madres y profesorado, una relación fundamental para que la educación alcance sus objetivos.
El Pacto por la Educación en Equipo está inspirado por 16 expertos de actualidad en el ámbito educativo de nuestro país. Reúne 12 puntos dirigidos a los
profesores y 12 puntos dirigidos a la familia. En total son 24 puntos básicos y sencillos (a la par que primordiales), que pretenden promover un comportamiento ético en el entorno de la comunidad educativa, fomentar el entendimiento y el diálogo ante problemas como el acoso escolar o la racionalización de deberes. Además, persiguen forjar una alianza imprescindible para la educación integral de personas con buena autoestima, fuertes valores, curiosidad, deseo de aprender, interés por compartir sus talentos, vocación de cooperar en lugar de competir…
El Pacto por la Educación en Equipo propone un canal de comunicación entre padres, madres y profesores. A día de hoy, nos toca ser protagonistas y poner el foco en nuestros triunfos compartidos, porque, aunque no nos lo creamos, tenemos muchos. Hay grandes experiencias educativas de éxito en nuestro país que debemos conocer. Es el momento de concentrarnos en unir nuestras fuerzas para afianzar las relaciones de toda la comunidad y sumar a más y más colaboradores, como empresas, asociaciones y administraciones, porque la educación es cosa de todos, y todos formamos la educación.
El equipo más importante de la vida de un niño es el formado por sus padres y profesores