Mejor sin sal ni azúcar
Mi bebé de seis meses solo toma pecho. Muestra mucha curiosidad por lo que comemos el resto de la familia, pero me da miedo darle a probar nuestros platos por si la sal le perjudica. ¿Le dejo probar? Si tu hija está sana, a partir de los seis meses puede comer de todo. Se suele recomendar no añadir sal ni azúcar a la comida de los bebés, pero no porque estos alimentos sean tóxicos para ellos, sino por otros motivos. El exceso de sal o de azúcar no es bueno. Las autoridades sanitarias quieren que las próximas generaciones se acostumbren a consumir menos cantidad de estos alimentos y evitar que los padres añadan más sal y azúcar a la comida para que su hijo coma.
Los cereales para bebés que venden en la farmacia contienen azúcar y los potitos llevan sal o azúcar, según sus ingredientes. Puedes ofrecer a tu hijo comida normal, la misma que coméis los padres en casa: arroz con tomate, macarrones, pollo, hamburguesa, lentejas, plátano, garbanzos, guisantes, etc.
Siempre que puedas, cocina sin sal y añádela a los platos de los adultos al final de la cocción. Además, si os acostumbráis a comer con menos sal, mejor para todos. Pero si os resulta imposible o alguna vez os olvidáis de poner la sal al final, no pasa nada: un poco de sal o azúcar en la comida no harán daño a tu bebé.