¡Oh, no! ¡¡Piojos!!
La infestación por piojos o pediculosis es muy frecuente en escolares de entre 3 y 11 años. Y una de las causas de que esta frecuencia aumente es que no se realizan correctamente los tratamientos y la creciente resistencia de los piojos a los tratamientos usados habitualmente contra ellos, como la permetrina o el malatión. El éxito o el fracaso de los tratamientos pediculicidas (anti-piojos) depende en gran medida de que sigamos unas normas generales, que también ayudarán a evitar las resistencias: 1 Se debe aplicar el pediculicida en loción (es más efectiva que el chamoú) durante 15-30 minutos, con el pelo seco y sin haber lavado recientemente la cabeza. Durante ese tiempo se coloca un gorro de plástico sobre la cabeza. 2 Después de la loción se puede usar un champú normal o anti-piojos que se dejará actuar durante unos minutos. Tras el aclarado se puede realizar otro aclarado con dos partes de agua y una de vinagre, que facilitará que se desprenda la liendre, pues el ácido acético ayuda a disolver la sustancia que mantiene pegada la lineare al pelo. 3 Lo más importante, pero también lo más tedioso, es pasar luego la liendrera para quitar los piojos y liendres (huevos adheridos al pelo). 4 La ropa de cama, toallas, etc., se lavarán en un programa de agua caliente. Como mínimo, un segundo tratamiento se debe repetir siempre a los 7-10 días del primero. En casos severos se puede hacer incluso de forma diaria durante una semana.