“5 consejos para hacer mindfulness en casa”
Crear un campamento base. El entorno en que hagáis mindfulness es esencial. Elegid un lugar de la casa en el que os sintáis a gusto. Así, desde la seguridad os será más fácil crecer interiormente.
En equipo. La sociedad individualista en que vivimos inmersos nos aleja de la cooperación, el equipo y la complementariedad. Hacer esta práctica en familia os permitirá sumar valores y fortalezas, donde todos aportan y ganan.
Creando conexiones y oportunidades.
Cuantas más experiencias vivamos y sintamos, mayores serán las conexiones del cerebro. No se puede luchar contra lo que sucede, sino aprovecharlo como una oportunidad para poder vivirlo en equilibrio. Los padres se convertirán en modelos positivos que irán modelando sus circuitos cerebrales hacia configuraciones cada vez más sanas y felices.
Condiciones ambientales:
hay que elegir un lugar, un momento y un tiempo. Que todo esté ordenado y limpio, que el momento elegido, sea corto o largo, sea inamovible, común y necesario para todos. A veces el momento antes de salir de casa es perfecto y no lleva más de dos minutos, otras, después de cenar media hora.
Las posiciones:
cada miembro de la familia deberá ir probando diferentes posturas hasta hallar la que más se adecue a sí mismo. Posición de silla, sentado en el suelo o tumbado… Es importante ser pacientes con los niños, flexibles y amables y entender que al principio es posible que se muevan mucho… No hay que forzarles a sentirse cómodos.