¿Por qué ir de campamento?
Son una de las principales opciones de ocio a la que recurren los padres en vacaciones. Una experiencia única, nuevas amistades y contacto directo con la naturaleza.
Se acerca el periodo estival y, con él, la preocupación de muchos padres sobre qué hacer con sus hijos mientras están trabajando. Unos barajan la posibilidad de dejarlos con los abuelos, otros de llevarlos al pueblo… pero la opción más recurrida por la mayoría de ellos es enviarlos a un campamento. Pero, ¿cuál?, ¿cómo elegir el mejor campamento?, ¿tendrá la edad adecuada?
Lo que está claro es que los campamentos suponen una fuente inagotable de experiencias irrepetibles, que servirá para aprender valores, hábitos de vida saludables y, sobre todo, disfrutar de un tiempo libre de calidad rodeados de naturaleza y alejados de las nuevas tecnologías.
¿Cuál es la mejor edad?
Una de las grandes preocupaciones de los padres es saber cuál es la edad adecuada para que sus hijos acudan a un campamento por primera vez. Depende de muchos factores como la madurez y destrezas del niño, el apego con sus padres, que vayan o no hermanos o primos mayores… Cada niño es diferente pero, por norma general y aunque pueda resultar sorprendente, la edad recomendable para empezar a ir está entre los 6 y lo 8 años.
“Una buena opción para los niños más pequeños es comenzar con un campamento de 7 días
en lugar de 15”, comenta Patricia Gómez, psicóloga sanitaria. Pero lo más importante, señala, es “no obligarles si ellos no quieren. Hay que animarles y motivarles a ir en todo momento, pero nunca obligarles. Y elegir siempre un campamento cuya temática les resulte atractiva”.
¿Se integrará en el grupo?
Los primeros días son lo más difíciles pero no se debe olvidar que los niños tienen una gran capacidad de adaptación. echarán de menos a sus padres, pero no van a tener tiempo de aburrirse, pues su día a día va a estar cargado de actividades. Pero si todavía hay dudas, a mitad del campamento, suele haber un día de padres, donde podrán conocer las instalaciones y pasar con ellos una jornada muy emotiva cargada de actividades conjuntas. Este día es el momento crítico, pues algunos de los más pequeños se despedirán de sus padres llorando y pidiéndoles desconsoladamente volver a casa. Hacerlo sería un error en la mayoría de los casos, pues la segunda semana siempre es la más enriquecedora y divertida. Lo que es seguro, es que al finalizar el campamento ningún niño quiere volver a casa y ya están pensando en el campamento del año siguiente.
¿Dónde buscar?
Una vez que tengáis clara la opción de los campamentos, es el momento de empezar a buscar tanto por ubicación como por temática y precios. Muchas entidades públicas subvencionan campamentos a precios accesibles, como los ayuntamientos, comunidades autónomas y otros organismos públicos. Aunque muchas familias se encuentran más seguras mandando a sus hijos a los campamentos que organizan los propios colegios o centros escolares y las parroquias. En edades más avanzadas, muchas familias optan por campamentos en el extranjero. LA primavera es el momento ideal para empezar a buscar campamentos, pues todavía no está abierto el plazo de inscripción y hay más posibilidades de elegir el que más se ajuste a los gustos del niño y al bolsillo.