¿Sabes lo que meter?
Siempre nos falta espacio en la mochila. Seleccionar lo importante y dejar en casa lo secundario no es tarea fácil. Supone un verdadero quebradero de cabeza elegir el material adecuado para llevar a un campamento.
Una vez analizado y elegido el campamento, comienza la fase más divertida e ilusionante para los niños: la compra de material. Muchas cosas de las que se tienen que llevar, sobre todo si es la primera vez, no las tendréis en casa, por lo que es importante implicar a los niños en su elección, sobre todo, en aquellos niños a los que la experiencia no les apetezca o les asuste.
¿Qué necesitan llevar a un campamento?
Lo primero es elegir un macuto. Es importante que tenga bolsillos laterales y un bolsillo (seta) ubicado en la parte superior. Son muy útiles sobre todo para guardar en ellos las cosas que más van a utilizar para que sean más accesibles. No deben llevar cosas colgadas porque se pueden caer o extraviar. El macuto debe ser un bloque único y compacto para que se pueda llevar con facilidad.
El tamaño de la mochila dependerá del tamaño de la persona, si es niño o adulto, pero se puede considerar como correcto una capacidad de 60 litros.
Cada campamento es diferente y el material que se pueda requerir puede sufrir alguna variación pero, por lo general, tendrán que llevar, como mínimo:
Esterilla: imprescindible para dormir en tiendas de campaña o al aire libre y que no se claven las piedras del suelo en la espalda. Se recomienda no comprar las esterillas hinchables, pues pesan mucho y se acaban
Saco de dormir: pinchando. hay tres cosas fundamentales a la hora de elegir el saco perfecto: el peso (entre uno y tres kilos), el material del que está hecho y la temperatura de confort, que es la que marca la temperatura mínima en la que se debe utilizar ese saco.
Botas: que sean ligeras e impermeables.
Cantimplora, platos, pote y cubiertos: de acero inoxidable.
Linterna: imprescindible por la noche por si quieren ir al baño. ¡No nos podemos olvidar de las pilas!