Adiós ojeras.
Pueden convertirse en una tortura en unos meses en los que te sientes más cansada. Te contamos cómo puedes combatirlas.
Son antiestéticas y envejecen el rostro. La buena noticia es que pueden tratarse. O, al menos, mejorar el aspecto. Pero, ¿por qué aparecen? “Las ojeras hacen acto de presencia en el contorno de ojos por diferentes causas, aunque el motivo principal se debe a factores hereditarios. La acumulación de vasos sanguíneos en la zona ocular y el hecho de que la piel del contorno de ojos sea tan fina, se traducen en una apariencia de la piel más oscura y de tono azulado bajo el lagrimal”, explica Beatriz Martínez, directora de formación de SENSAI España. Otros factores que contribuyen a la formación de la ojera son el envejecimiento, la falta de sueño, la congestión ocular y la carencia de hierro, que da lugar a la formación de coágulos en los vasos sanguíneos, disminuyendo la grasa del contorno inferior del ojo y formando esos surcos de la piel tan antiestéticos.
¿Y las bolsas?
“Con las bolsas ocurre algo semejante. Una persona puede estar predispuesta genéticamente a tener bolsas pero, además, se pueden agravar por envejecimiento o retención de líquidos”, indica la experta. En el primer caso, se debe a una pérdida del tono muscular de la piel del párpado inferior, provocando un descolgamiento local en
esa zona (bolsa) con acumulación de grasa del tejido adiposo. Con la congestión de los ojos y retención de líquidos, esa bolsa se hincha y se hace más visible, dando lugar a ese aspecto más cansado y envejecido que todas queremos evitar.
¿Tenemos más en el embarazo?
En general, sí puede ocurrir. “Con la gestación resulta más difícil conciliar el sueño y descansar durante la noche, lo que repercute directamente en el aspecto del rostro al día siguiente. Y ya que se trata de un periodo largo en el que resulta complicado poder descansar, es de esperar que durante estos nueve meses se agrave la apariencia de los signos de envejecimiento”, señala Beatriz Martínez. Pero hay mujeres que durante la mayor parte de su embarazo se encuentran muy bien y siguen teniendo ojeras. “Esto es debido a los cambios hormonales, retención de líquidos o a las malas digestiones características de la gestación que contribuye a la aparición de ojeras y bolsas”.
¿Cómo puedo evitar que se noten?
La mejor receta es hacer ejercicio (preferiblemente por la mañana), llevar una vida saludable con una dieta variada rica en verduras y frutas, hidratarse bien y dormir todo lo que se necesite. Un ejercicio suave por la mañana (yoga o salir a andar) acelera la eliminación de líquidos de la zona facial. Además, si hacemos deporte también oxigenamos el cuerpo y nuestra circulación sanguínea nos lo agradecerá, disminuyendo la posibilidad de que aparezcan las ojeras. Realizar una actividad física por la mañana ayuda a regular el ritmo circadiano, por lo que descansaremos mejor por la noche y el sueño será más reparador. Dormir bien activa las hormonas responsables de la recuperación de la piel. Por otro lado, ahora más que nunca, debes cuidar la alimentación, porque no solo favorecerás el adecuado desarrollo del bebé y te encontrarás mejor, sino también estarás más guapa. La piel agradecerá que tu dieta sea rica en frutas y verduras.