¿Cómo actuar frente a la fiebre?
Mídela con un termómetro digital. A poder ser la temperatura rectal, ya que es la más precisa. No abuses de los antitérmicos. Recuerda que la fiebre no es mala, si no que significa que nuestro sistema de defensa está actuando, así que hay que controlarla, pero no eliminarla.
Invítale a descansar. Normalmente, cuando están malitos ellos mismos piden dormir, así que no le animes a jugar, ya que mucho movimiento puede subir la fiebre. No lo abrigues demasiado. Déjalo en pañal o con ropa ligera, tápalo con una sábana o manta fina, para que el calor no aumente su temperatura corporal. Sin embargo, no exageres hasta el punto de que el niño tenga piel de gallina. Aléjalo de fuentes de calor. Que no duerma al lado de la calefacción o estufas. Ofrécele agua y zumos. Al tener fiebre, perdemos agua a través de la piel, por lo que es importante que tome muchos líquidos para evitar la deshidratación.
No le obligues a comer. Cuando estamos enfermos los adultos perdemos el apetito, pues los niños también. Dale un puré suave, una crema de arroz, y si toma unas cucharadas y luego no quiere más, no te frustres.
Leche a demanda. Al no tener ganas de comer la leche materna será tu mejor aliada, tanto como alimento como para evitar la deshidratación.