¿Cómo le podemos preparar?
Anticipándonos.
Comentarle meses antes la llegada del nuevo miembro “va a ser de especial ayuda para que entienda que es lo que está pasando”, explica la psicóloga Marta Huertas. “Explicarle todo el proceso del embarazo, los cambios por los que va a pasar mamá, hacerle partícipe del crecimiento del bebé en la medida de lo posible, dejarle opinar en la elección del nombre, explicarle lo que va a necesitar el bebé cuando llegue a casa o, incluso, ilustrando la espera con fotos de cuando él era pequeño para que compruebe que son los mismos cuidados que él mismo tuvo cuando era pequeño”, son especialmente eficaces para que vaya asumiendo que el cambio se acerca.
Reservando tiempo para él.
“Una vez haya nacido el bebé, los padres deberán tratar de encontrar tiempo en exclusiva para el hermano mayor, por sencillos que sean: llevarle a cole, el cuento de por la noche, las charlas durante el baño, ratito de juego…”, añade la experta. Así se sentirá seguro al ver que hay algunas cosas que no han cambiado en su rutina diaria.
Empujándole a que diga lo que siente.
Aunque sea pequeño “hay que aprovechar esos ratos a solas para ayudarle a expresar cómo se siente, sin juzgar los celos que pueda tener de su hermano, y evitando culparle cuando haga algo inadecuado motivado por esa necesidad de atención”, alude la psicóloga sanitaria.
Con una actitud de refuerzo.
“Mostrarle agradecimiento cuando ayude con el bebé o cuando se refiera a él de forma positiva”, refuerza su autoestima.
Animando al contacto entre hermanos.
Que pasen tiempo juntos y favorecer las muestras de cariño entre ellos “es muy beneficioso para superar esos momentos”, concluye la psicóloga Marta Huertas.