Consultorio
Es normal preocuparse si nuestro tiene fiebre. Pero no es una enfermedad, sino un síntoma de que el organismo batalla para defenderse de una infección.
La fiebre es buena, si no supera los 38º C. No hay que eliminarla, sino controlarla, porque la subida de temperatura es consecuencia de la lucha del sistema inmune para combatir microorganismos infecciosos. ¿Cuándo se considera fiebre? Cuando la temperatura está entre los 38º y 40º (valores rectales). Debajo de 38º es febrícula, muy común en resfriados o cuando salen los dientes. Los expertos coinciden en que, a no ser que el pequeño esté muy molesto, no se baje la fiebre hasta que ronde los 38,8º (valor rectal). Con esa temperatura se suele aconsejar que se tomen antitérmicos paracetamol o ibuprofeno).
¿Cómo tomar la temperatura?
Tacto. Solo con tocarle la espalda, pecho o frente, distinguiremos si tiene fiebre. Pero, aunque nuestra sabiduría nos guíe, hay que confirmarla con un termómetro digital, más seguro.
Boca. No se recomienda hasta los cinco años. La valoración normal está entre 35,5º a 37,5º C y se considera fiebre a partir de 37,5º C.
Recto. Es la más precisa, ya que indica la temperatura interior del cuerpo. Hay que introducirlo un centímetro más o menos, sin empujar. La valoración normal está entre 36,6º y 37,7º C, y se considera fiebre a partir de 38º C.
Axila. La temperatura axilar normal está entre 35,5º y 37,2º C y se considera fiebre a partir de 37,4º C. Difiere de la rectal en uno o dos grados.
Oído. Para medir la temperatura a través del oído hay que comprar unos termómetros timpánicos, algo caros, aunque nos dan la temperatura en cuestión de segundos. El cerumen del oído puede entorpecer en la lectura.