Microbiota sana para tu bebé.
Te protege a ti y, según los últimos estudios, también a tu futuro bebé incluso antes de nacer.
La flora intestinal, a la que últimamente se le denomina microbiota, es un conjunto de microorganismos, sobre todo bacterias, que habitan en nuestro intestino. Es esencial para la salud general ya que se ha visto que una microbiota dañada aumenta el riesgo de sufrir algunas enfermedades. Por ejemplo, se es más propensa a las infecciones y también a sufrir otros problemas como la diabetes u obesidad. Ahora se está demostrando también su importancia en la salud de la madre y la de su futuro bebé. Sin embargo, el actual estilo de vida la está alterando y los expertos insisten en llevar una alimentación más saludable para reequilibrarla.
Ojo con las grasas
En las últimas décadas se ha producido una disbiosis, es decir, una microbiota alterada o una pérdida de la biodiversidad de nuestro intestino, lo que, ahora se sabe, está asociado al desarrollo de enfermedades tan prevalentes como la obesidad, la diabetes mellitus, y otras de tipo inmunológico y también del sistema nervioso central. “Nuestro estilo de vida ha hecho que la microbiota se maltrate por el uso abusivo de antibióticos, la excesiva asepsia y el cambio de alimentación, con mayor abuso de alimentos ricos en grasas”, explica el doctor Francisco Tinahones, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y coordinador del área de Lípidos y Riesgo Cardiovascular de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Síntomas de una microbiota alterada pueden ser las molestias gastrointestinales, flatulencias, vientre hinchado, diarrea o estreñimiento.
Dieta mediterránea
El experto apunta que una microbiota intestinal saludable y equilibrada es fundamental para asegurar una función digestiva adecuada, ayudando a combatir las agresiones de otros microorganismos, manteniendo la integridad de la mucosa intestinal y contribuyendo a la maduración del sistema inmune. En este sentido, para garantizar los alimentos ricos en probióticos y prebióticos, que han demostrado ser significativos para reequilibrar la flora, el experto señala que la dieta meditérranea es la mejor opción.