La magia (y el esfuerzo) de las librerías infantiles
¿A qué se dedicaba antes de ser dueña de El dragón lector?
Yo era teacher librerian (profesora de biblioteca )en un colegio internacional. Este concepto en España no existe porque en el mundo anglosajón la biblioteca se considera un espacio de aprendizaje fundamental. De hecho, era una priviliegiada.
¿No es buena la oferta de literatura infantil en los colegios españoles?
Hay carencia de recursos, conocimientos limitados y centros que se nutren de cesiones sin ningún tipo de criterio, sin estar bien filtrado y sin personal cualificado. Leer es fundamental, y para ello hay que tener buenos profesionales que sepan acompañar a los niños en sus primeras lecturas. Veo casos todos los días de niños, jóvenes y adultos que me dicen que parte de su desapego a la lectura o su falta de interés son las lecturas obligatorias de los centros. La prescripción.
¿Y cómo dio el salto a El dragón lector?
Ésta era mi librería. Me gustaba estar al tanto de las novedades y así empezó mi amistad con Pilar Pérez, la fundadora de El dragón lector. Y cuando hace cuatro años me dijo que se pensaba jubilar lo vi claro. Mi marido y yo nos miramos y no lo dudamos. Sabíamos que había varios candidatos, pero Pilar me dijo: “Si la quieres, es para ti. Yo no puedo dejarle esto a alguien que no sepa lo que tiene entre manos”. Lo concibió como el traspaso de un legado, no de un negocio.
¿Qué se encuentran aquí los niños?
Pues una magia especial con un elemento diferenciador clave: la selección de libros. No tiene nada que ver con la selección de un gran comercio que se limitan a vender libros de series de televisión. Eso no creo que tenga tanto interés para ellos… Los niños no son tontos. Y esta variedad de propuestas, formatos, imaginación, colores, personajes no la hay en otro tipo de librerías ni en otro tipo de literatura más que en la infantil… No hay otra que despierte más la imaginación con pop-ups, desplegables, en abanicos, con sonidos, libros que se cantan, con dragones, con hadas, con formas, con animales, con seres fantásticos y únicos…
¿Cuál es su objetivo más allá del “negocio”?
Para nosotros, como libreros y como padres, es esencial fomentar la idea de que el libro forme parte del entorno habitual de los niños, de su vida cotidiana, de mamá y papá contándome un cuento… Esos padres son los que vienen aquí. Hay muchos niños que tienen problemas con la comprensión lectora porque hasta que empiezan a leer no han tenido un libro en sus manos. Los libros de la primera infancia tienen que ver con los afectos, con el vinculo que genera el momento de la lectura. Y eso, como madre, no me lo querría perder. Eso no te lo da una tablet. La tablet te sustituye pero el libro te necesita.
¿Qué autores le cautivan especialmente?
Me chifla Tomi Ungerer (Los tres bandidos, Emilio), un autor fundamental con una gran capacidad de conectar con los niños con una mirada diferente... También soy muy fan de Arnold Lobel: crecer sin haber leído Sapo y Sepo o Historias de ratones me parece una pena… Tiene los textos más alucinantes del mundo, entre ternura y humor naif pero con unos mensajes que sin ser moralizantes hablan sobre la vida de manera muy valiosa. Y el otro que recomiendo para niños algo mayores es Janosch, un autor delicioso…
¿Qué clásicos nuncan fallan?
Roald Dahl se sigue leyendo muchísimo. También Las aventuras de los Cinco de Enid Blyton, Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis y por supuesto todos los de Harry Potter de J. K. Rowling que ha sido y será un hito en la literatura y que ha generado generaciones de lectores.
“Libros como Harry Potter han creado generaciones y generaciones de lectores”