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Conocer las características de cada fase te pondrá en contacto con tu verdadera esencia femenina y usarás cada etapa en pro de tus proyectos.
¿Conoces tu ciclo menstrual?
Muchas mujeres ignoran la importancia del ciclo menstrual en su bienestar y lo suelen tratar como unmero sangrado. Desde los primeros períodos, se encuentran atrapadas entre estudios, clases, deporte, y posteriormente tienen que satisfacer las necesidades de su trabajo y de su familia. Mientras el mundo les exige tanto, lo que su cuerpo les pide es en cierto modo un reto. Perdonarse el no estar suficientemente activa o saber canalizar su creatividad cuando está con el periodo, es cuestión de conocerse a una misma.
Conectada con la naturaleza
A veces comparadas con la Tierra y otras con la Luna, las mujeres están en sintonía con la naturaleza y tienen fases de apertura, en las que se abren al mundo con energía, y fases de recogimiento, en las que retornan a ellas mismas como necesidad de transcendencia.
No más “días raros”
La duración del ciclo menstrual puede variar entre 25 y 33 días en función de la mujer, ya que algunas tienen ciclos más cortos o más largos. Sin embargo, se pueden distinguir cuatro eta-
pas, las que comparten todas las mujeres. Tomar conciencia de los cambios físicos y emocionales, es utilizar cada fase de la manera más práctica posible. Lejos de los llamados “días raros”” se vive mejor cuando sabes lo que te pasa a la par que estás llevando las riendas de tu vida. Toma nota de tus cuatro caras y aprende a sentirte cómoda con las emociones que cada etapa te proporciona.
Fase de la luna nueva
Nuestro ciclo comienza el primer día del sangrado y finaliza cuando acaba el flujo menstrual. Es un momento de introspección, un privilegio del que gozan solo las mujeres; el de renacer cada mes. Los sentimientos de amor y romance se vuelven más profundos y se experimentan con intensidad. Por otra parte, hay una necesidad física de replegarse y llevar un ritmo más lento. Esta fase permite desarrollar mayor sabiduría y claridad interior. Para ello hace falta desconectar, descansar y meditar para poder aprovecharnos de esa sensibilidad con nuestra naturaleza. Cuando se vive del modo contrario, debido a las obligaciones diarias, sentimos mucho cansancio e irritación.
Fase de la luna creciente
Son los días en los que la mujer recupera su energía y sus ganas de vivir. La lentitud se transforma en dinamismo mental y físico. Mientras el cuerpo se prepara para gestar un nuevo óvulo, hay una sensación de liberación del ciclo procreativo. De hecho, muchas suelen sentirse más fuertes y tienen más confianza en sí mismas. La concentración y la ambición revelan su lado más social y trabajador, que les regala las condiciones idóneas para poner en marcha nuevos proyectos, tanto en el ámbito laboral como en el ámbito personal. Experimenta la sexualidad de manera divertida y juguetona, aunque algunas mujeres utilizan estos días para desconectar de su lado materno y empático y centrarse solo a su propio ser.
Fase de la luna llena
La etapa de la ovulación muestra una necesidad de asumir responsabilidades, de alimentar proyectos e ideas y prestar más atención y afecto a estos. Al contrario que en la fase anterior, suele haber menos interés por una misma y se disfruta apoyando, alentando y ayudando a otros. Sentimientos de armonía con la vida y la naturaleza despiertan en la mujer la necesidad de expresarse interna y externamente. Hay deseos de compartir con la pareja y un fuerte impulso sexual de amor y de afecto hacia esta.
Fase de la luna menguante
Sexualidad más agresiva y exigente, cambios de humor radicales, inquietud, impaciencia, intolerancia y cierta sensibilidad son algunas de las características de esta fase premenstrual. El cuerpo se redondea, plasmando los sentimientos de erotismo y sensualidad. La fortaleza y el vigor físico decrecen, a la vez que la mente se agita. En el caso de que estos aspectos no se alineen, es cuando se manifiestan facetas más oscuras e íntimas de la mujer, que la suelen llevar a la agresividad. Su capacidad de concentración disminuye, por lo que no se trata de su fase más inspiradora pero crece su intuición y su capacidad para soñar. Es un buen momento para mirar la vida con objetividad y afrontarla de manera estable y más controlada.
Se vive mejor cuando sabes lo que ocurre en tu interior y puedes explicar tus estados de ánimo