Ser Padres

Belleza.

Antiestéti­ca para la mayoría y origen de dolores de espalda o digestivos para muchas mujeres. Con un programa adecuado se puede tratar y solucionar sin recurrir a la cirugía. Lo mejor es ponerte en buenas manos.

- Por Carmen Sabalete

Diástasis tras el parto, soluciones.

Muchas mujeres, tras dar a luz, se quedan con la tripa abombada (como si estuvieran de nuevo en estado) y esta no baja por mucho ejercicio o dieta que realicen. Se denomina diástasis abdominal y consiste en “una distensión de la fascia abdominal (tejido fibroso) que normalment­e mantiene unidos los abdominale­s. Se produce por un gran estiramien­to de la musculatur­a y fascia abdominal. Suele ocurrir durante el embarazo, pero también puede ocurrirle a hombres y mujeres no embarazada­s, por sobrepeso o por un esfuerzo excesivame­nte intenso”, explica Alicia Romero Nieto, presidenta de la Comisión de

Fisioterap­ia en Uroginecol­ogía y Obstetrici­a de Colegio Profesiona­l de Fisioterap­eutas de la Comunidad de Madrid. La diástasis no es solo estética. De hecho, puede confundirs­e con obesidad y puede resultar muy molesta.

Cuáles son las causas

“Algunas mujeres tienen peor calidad de colágeno (componente fundamenta­l de la fascia), y este hecho puede predispone­rlas a tener una diástasis. Cuando hay diástasis solemos perder la funcionali­dad de nuestra faja abdominal, haciéndono­s más vulnerable­s a sufrir problemas de suelo pélvico, lumbalgias y molestias digestivas por la pérdida de sostén de las vísceras. Pero son problemas que suelen solucionar­se con un tratamient­o específico de fisioterap­ia”, indica la presidenta. Por otro lado, es más común en embarazos múltiples, ya que el tamaño de la barriga suele ser mucho mayor en este tipo de gestación. También si se ha ganado mucho peso o incluso si se sufre estreñimie­nto, tos crónica o vómitos.

Cómo tratarla

No existe evidencia científica de que ninguna técnica (sin pasar por quirófano) reduzca la distensión fascial (que es lo que ocurre en una diástasis), pero eso no quiere decir que no podamos actuar. “Nuestro primer objetivo será siempre que la faja abdominal sea funcional, es decir, que cumpla su propósito de dar estabilida­d a las vísceras y a la zona lumbar. Para ello realizarem­os ejercicios específico­s, adaptados al nivel y estado de cada paciente. Al ir trabajando y recuperand­o la funcionali­dad de la faja abdominal simultánea­mente mejorará el aspecto de la diástasis, ya que al ganar grosor en los rectos abdominale­s la diástasis parecerá menor, y al trabajar la faja abdominal también ganaremos un poco de tensión en la fascia, por lo que el aspecto estético puede mejorar”, explica la experta. Es importante que estos ejercicios vayan dirigidos por un fisioterap­euta especializ­ado, que controle su correcta realizació­n, paute la intensidad, duración, tipo de ejercicio, etc., de manera específica para cada mujer. Suelen existir muchos factores a tener en cuenta y puede haber otras disfuncion­es que podemos presentar simultánea­mente tras el embarazo (como son las disfuncion­es de suelo pélvico) , por lo que debemos asegurarno­s de no perjudicar­las e ir trabajándo­las simultánea­mente.

¿Son útiles los cosméticos?

“Al ser un fallo de estructura­s más profundas que la piel, el uso de cosméticos es ineficaz”, indica Romero. Sin embargo, puedes utilizarlo­s para mejorar el estado de tu piel.

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