Aprender es la mar de divertido
Corre, corre, caballito
Sobre nuestras rodillas el bebé, bien sujeto por la espalda o por los brazos, experimenta el ritmo de un caballo. Al paso, al trote, al galope... Y la emocionante caída cuando nuestras piernas se abren y se desliza hacia abajo, bien sujeto. Los juegos de falda mezclan canciones, ritmo y divertidos aprendizajes que hacen que el niño los pida una y otra vez.
Cantar
Con el bebé en brazos, pegado al cuerpo, el pequeño escucha lo que mamá canta y lo siente vibrar en todo su cuerpo (el pecho de la madre es una caja de resonancia). Bailada, la canción se experimenta además como un movimiento compartido con la madre. Si es lenta, puede que se duerma. Si rápida, se lo pasará en grande. Aprender mediante la música y el cuerpo lo tiene todo... Rima y ritmo, movimiento y diversión, cantar lo tiene todo.
La carretilla
Con el bebé en el suelo, puesto a cuatro patas, se coge una pierna con cada mano de forma que queda suspendido sobre sus brazos. Si es muy pequeño y no tiene demasiada fuerza, la pierna se coge desde la rodilla, y si es mayor y ya gatea o anda se le cogen los pies. El objetivo es que se desplace solo con sus manos.
Marioneta de tela
Da juego a cualquier edad. De bebé la pasaremos frente a sus ojos despacio, para que la siga con la mirada. Se puede usar para hacerle cosquillas, buscando cada recoveco de su cuerpo, cantarle o inventar historias contadas por la marioneta, en las que querrá participar en cuanto sepa hablar.