Bueno para toda la vida
Vivir de esta manera durante unos meses sirve para construir la personalidad del niño, para ampliar sus experiencias, para enriquecer su mundo, es decir, que permiten tener una visión más amplia. Las ciudades aunque se definen como estructuras de mayores oportunidades también proyectan una forma de vida que en ocasiones parece ser la exclusiva, acertada o correcta, cuando en realidad son múltiples las formas de vida y de desarrollo que encontramos en cada cultura, e incluso dentro de una misma sociedad. El ritmo de vida de la ciudad no deja de ser más individualista y el hecho de poder tener experiencias -aunque solo sean durante los meses estivales- de comunidad proyectan en la infancia multitud de conocimientos y experiencias que les servirán para toda la vida.