Si vemos que las exigencias escolares son incompatibles con las extraescolares, ¿es bueno borrarle de estas actividades?
Los padres pecamos de sobrecargar la agenda diaria de nuestros hijos con innumerables actividades extraescolares que, en ocasiones, se convierten en una“carga”por no ser compatibles con los deberes y estudio de las asignaturas propiamente escolares. Hay que intentar buscar el equilibrio. Las extraescolares pueden aportar satisfacción, autoestima y amistades que de otra forma les sería difícil encontrar, pero no deben suponer un sobreesfuerzo a nuestros hijos. Los niños deben enfocar su energía hacía las asignaturas obligatorias y tener algunas actividades extraescolares que les ayude a completar su formación (artística, deportiva, musical….) y que generen satisfacción y diversión.