El juego de las estatuas:
poniendo música al azar, nos quedamos quietos cuando la música deja de sonar. Se puede jugar con el volumen para introducir cambios y mezclar músicas para que practique la improvisación.
Una de animales: inventar un cuento con alguna pieza musical, por ejemplo El Carnaval de los animales de Saint-Saëns. Podemos imitar el sonido y los movimientos de los diferentes animales que van apareciendo.
Orquesta Familiar: si estamos en grupo ya podemos montar nuestra banda con instrumentos reciclados (se pueden usar cajas de zapatos, yogures, botellas...). Poner cara a las emociones: jugamos a relacionar un estado de ánimo con una música. Música con tono triste: poner cara triste; música alegre y rítmica: cara alegre...