Sillas de coche
Viajando con niños toda precaución es poca. En muchas ocasiones sus sillas están mal instaladas y eso aumenta el peligro de sufrir accidentes. Conoce las claves sobre los dispositivos de retención infantil.
Lo que debes saber.
La mejor protección para los niños dentro del coche son los sistemas de retención infantil (SRI), pero estos deben de estar correctamente colocados y deben de ser los adecuados para la edad y el peso del niño. En muchas ocasiones la silla no está bien colocada (en 3 ocasiones de cada 4, según los expertos), por lo que es fundamental que los padres conozcan bien cómo se instala. El sistema de retención infantil puede reducir el riesgo de mortalidad en un 80% siempre que esté bien instalada y que sea la adecuada para el menor.
Obligatorias por ley
Estos sistemas son exigidos por la ley: la edad, estatura y peso del niño son los factores que definen el tipo de silla o sistema de retención infantil que debe de ser utilizado. Cada uno se adapta a las necesidades del niño por su envergadura. La legislación española sobre transporte de menores y el uso de los diferentes dispositivos de seguridad establece varios puntos importantes:
-En el asiento delantero del vehículo solo pueden viajar menores de 12 años si utilizan dispositivos de seguridad infantil homologados. -En los asientos traseros los niños de 3 a 12 años deben utilizar sistemas de sujeción homologados si el vehículo que ocupan dispone de ellos y, si no hay que utilizar los cinturones de seguridad. Los niños menores de 3 años deberán utilizar sistemas de sujeción homologados, siempre que el vehículo disponga de ellos. Los agentes de seguridad pueden inmovilizar el vehículo cuando acrediten que los menores de edad susceptibles de ello no hagan uso del dispositivo de retención infantil, tanto en vías urbanas como en interurbanas. Los menores que midan 1,35 m o menos tienen que viajar en los asientos traseros del coche, en su correspondiente SRI, excepto en tres casos: que las plazas traseras ya estén ocupadas por otros menores de edad de esa altura, que no sea posible instalar todas las sillitas necesarias o que se trate de un vehículo biplaza. En el mercado existen diferentes sistemas homologados, unos en el sentido de la marcha y otros en sentido contrario.
Clases de sillas
Las sillas deben de estar homologadas (deben de llevar una etiqueta color naranja que lo garantiza). En una etiqueta cosida o pegada figura toda la información y hay que seguir al pie de la letra las instrucciones de montaje y utilización que ofrece el fabricante. Los sistemas de retención infantil se clasifican en función de las características antropométricas del menor.
-Grupo 0: se incluye al bebé desde su nacimiento hasta que cumple 1 año. Puede utilizarse hasta los 10 kilos de peso. Los elementos que se utilizan son capazo con arneses para ubicar en los asientos posteriores y que se engancha a los cinturones de seguridad, o silla de seguridad ligeramente inclinada que se podrá colocar en el asiento delantero en sentido contrario a la marcha o en la parte trasera, donde es preferible ponerla en el centro. Si se coloca delante hay que asegurarse que el dispositivo del airbag del pasajero está desconectado.
-Grupo 0+: es una nueva categoría que amplía el peso hasta llegar a los 13 kilos y para niños hasta los 18 meses. Es una silla que se coloca en el asiento trasero en sentido contrario a la marcha. Poner así la silla protege más el cuello y la columna.
-Grupo I: para niños con un peso entre 9 y 18 kilos y aproximadamente entre 1 y 4 años. Las sillas se enganchan en el cinturón del vehículo o uno supletorio que trae la propia silla.
-Grupo II: para niños con un peso entre 15 y 25 kilos. Constan de un cojín elevador con respaldo dotado de protección lateral para cabeza, se sitúa en la parte trasera en el sentido de la marcha y mejor en el centro. Debe incluir unas guías laterales para colocar el cinturón ajustado a las caderas, lo que evita lesiones en la cavidad abdominal o en la columna.
-Grupo III: para niños entre 5 y 12 años, con un peso entre los 22 y 36 kilos. Es un cojín elevador, a ser posible con respaldo de protección lateral para la cabeza y regulación de altura, de manera que el cinturón de seguridad se acopla perfectamente sobre la clavícula del menor. Es importante elegir la silla que mejor se adapte a las característicos del niño y seguir las instrucciones de montaje, asegurándose de que la silla se sujeta con firmeza al asiento del coche. Las correas deben ajustarse bien al cuerpo del menor, sin dejar holgura del arnés o del cinturón de seguridad. El cinturón debe ajustarse bien, pasando por encima de la clavícula y lo más bajo posible por encima de las caderas, nunca sobre el estómago.
La correcta instalación de los SRI protege al niño de posibles accidentes