Formación
La enseñanza y la diversión no tienen por qué estar reñidos. El ocio también puede ser una gran experiencia de vida.
5 claves para que disfruten aprendiendo.
Tiempo para jugar
Todo un año dedicado a los deberes y a las actividades extraescolares pautadas limita la capacidad de los niños de explorar sus propios límites de imaginación y de autenticidad. El verano es el momento perfecto para bajar los ritmos y sacar tiempo para “aburrirse”. Eso ayudará a hacer despegar su creatividad, a inventar y crear situaciones de juego allí donde estén en sus vacaciones.
Desarrolla y amplía sus intereses
¿Tienes un pequeño aventurero en casa que disfruta compartiendo experiencias en grupo? Entonces, es probable que le encante la idea de un campamento urbano o en la naturaleza. Si además muestra un especial interés por las artes (música, dibujo, teatro, baile...), hay infinitas ofertas de actividades temáticas. En estas el niño aprende a crecer en autonomía, capacidad de adaptación a nuevos entornos y en habilidades sociales. Mantenerse ocupado le será más divertido que nunca.
Actividades al aire libre
No son pocos los estudios que alertan de la adicción a la tecnología, especialmente a la televisión y a los videojuegos. Es necesario limitar el tiempo de uso de estos dispositivos, ya que mantienen a los niños encerrados en casa y disminuyen el contacto con el entorno. Anímales a realizar actividades al aire libre, conocer la naturaleza o la ciudad y establecer contacto con otros niños.
Motívale para hacer tareas
Si necesita reforzar algún área para avanzar el próximo curso, hay maneras de animarle a estudiar en verano. Es conveniente que los niños retomen algún contenido de aprendizaje, para que no se acumule todo para el final. Si recibe la enseñanza pendiente en tiempos cortos y con frecuencia casi diaria, no se sentirá agobiado.
Planes en familia
El verano es ideal para fortalecer los vínculos familiares. Hay una infinidad de actividades de las que tanto papás como hijos saldrán beneficiados. Los planes con más éxito suelen ser mañanas en la piscina, sesiones de cine o de teatro, idear menús y aprender a cocinar, hacer bricolaje o leer juntos.