Dolor de tripa
¿Cómo actuar?
El bebé suele tragar aire mientras come. Como su aparato digestivo es aún muy inmaduro, en los primeros días -semanas o ¡meses!le cuesta expulsarlo y se siente molesto o dolorido. Los gases se previenen alimentándole pausadamente y manteniéndole erguido después de cada toma. Si a pesar de todo aparecen -el llano es inconfundible, el bebé está inquieto, se estira, patalea, encoge brazos y piernas-, hay técnicas para aliviarle.
Masaje de espalda
Hay que ponerle sobre las piernas, en la cama o el cambiador boca abajo. Tras untarse las manos con aceite hay que sujetarle los pies con una mano y pasar la otra por la espalda, desde la nuca hasta el culito. El movimiento estimula el aparato intestinal.
Otra opción es pasar las dos manos por su espalda, en movimientos perpendiculares a la columna y ejerciendo una suave presión. Esto activa las zonas reflejas que calman el dolor.
¿Bailamos?
Coger al bebé en brazos, con su tripita apretada contra el pecho de papá o mamá, y mecerse a un ritmo lento es bastante eficaz. Este tipo de movimientos calman al bebé y a veces lo único que necesitan es dejar de berrear para que puedan expulsar el gas.
La maniobra del colon
Con el bebé tumbado boca arriba se ha de masajear su tripa dibujando círculos alrededor del ombligo cada vez más grandes y en el sentido de las agujas del reloj para, después, hundir ligeramente los dedos en la parte baja del vientre.
Abrigado y calentito
Es de lo que más le gusta al bebé, la sensación de sentirse caliente, abrigado, apretado y protegido le liga a reminiscencias de cuando estaba en el vientre materno. Envolverle completamente, desde el cuello a los pies -incluidos- con los brazos apretaditos sobre su propia y, en esa postura, hacer una especie de paquetito con la manta o el arrullo, le alivia enormemente los retortijones y le ayudará a liberar los gases.
Balanceo boca abajo
Clásico entre los clásicos. El bebé debe estar tumbado boca abajo a lo largo del antebrazo del adulto quedando colgantes su cabeza y sus pies. Si a eso se une un pequeño balanceo y masaje de espalda, éxito garantizado.
Masaje de las perlas
Variante del masaje en las zonas reflejas, hay que imaginar que la planta del pie está cubierta con perlitas y rodearlas dibujando espirales con el dedo pulgar.