Otras infancias
Ayuda en Acción y la Fundación Kirira luchan contra la mutilación genital femenina informando y educando a las niñas en Kenia.
Scalcula que 3 millones de niñas sufren la mutilación genital femenina (MGF) cada año, y más de 200 millones de mujeres y niñas han sido objeto de esta práctica tradicional perjudicial (PTP) en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia donde se practica. La MGF es una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres y causa graves daños físicos y psicológicos y, en ocasiones, hasta la muerte. La prevalencia de esta práctica en Kenia, donde Ayuda en Acción trabaja junto a Fundación Kirira, es del 21% en el caso de las mujeres y niñas de entre 15 y 49 años, y del 11% en niñas de entre 11 y 15 años. Desde el año 2011 la MGF es ilegal en Kenia, y desde 2016 en los 50 estados miembros de la Unión Africana, sin embargo se continúa realizando de manera clandestina. Ayuda en Acción trabaja en Kenia desde 1985 con el objetivo de erradicar la mutilación genital femenina y ofrecer mejores oportunidades a miles de niñas, niños y también a sus familias. Desde hace 5 años además lo hace apoyando a la Fundación Kirira, una organización que nace gracias a la iniciativa de dos socios y padrinos de Ayuda en Acción, sensibilizados por la grave vulneración de los derechos de las niñas que son sometidas a la MGF en el país africano.
Huir del hogar familiar es la única salida
La ablación del clítoris tiene como objetivo la sumisión absoluta de la mujer al hombre, es una forma extrema de violencia de géne-
ro que está directamente conectada con el matrimonio forzoso y el abandono escolar. Se practica cuando se considera que la niña ya está preparada para el matrimonio y abandona la escuela para casarse, normalmente con un hombre mayor, por lo que la familia de la niña recibe una compensación económica o dote. Muchas niñas, conscientes de la realidad que les espera, huyen de sus hogares para evitar ser mutiladas y sometidas a un matrimonio forzado; pero no todas lo logran. Con el fin de atender a las niñas que consiguen escapar, Ayuda en Acción ha habilitado una casa de acogida donde protege a las menores y les facilita acceso a la educación. Este lugar supone una nueva oportunidad para ellos, recuperan su infancia y el ejercicio de todos sus derechos, conviviendo en un ambiente familiar donde estarán acompañados hasta la edad adulta.
Educación para combatir la MGF
La ablación genital tiene su origen ancestral en una serie de factores socioculturales y eco-
nómicos que justifican que la educación sea el motor de cambio. Por eso Ayuda en Acción, ha centrado su trabajo en impulsar campañas de sensibilización a través de clubes antiablación en 82 centros educativos pertenecientes a las zonas de Tharaka, Tangulbei y Abakuri. Estos clubes están formados por estudiantes y educadores que se encargan de promover un cambio positivo en la mentalidad de los miembros de la comunidad, explicando las graves consecuencias de la mutilación y la importancia de la educación para las niñas. Dinamizan las campañas gritando “No a la ablación y sí a la educación”. Más de 20.000 niñas al año son informadas en las escuelas de los peligros de la MGF y son formadas para decir no a la ablación y sí a la educación.
Microcréditos para las mujeres
Ayuda en Acción apoya además a las más mayores ofreciéndoles microcréditos para que puedan desarrollar una actividad económica que contribuya al bienestar familiar. Son mujeres activistas y comprometidas con la MGF, apoyan las campañas educativas y contribuyen a combatir esta terrible práctica difundiendo el mensaje contra la ablación. Estos grupos de mujeres son un pilar fundamental en el trabajo de Ayuda en Acción puesto que la práctica de la mutilación genital femenina parte de los propios hogares familiares.
Por un país sin mutilación
Gracias al trabajo de Ayuda en Acción y Fundación Kirira en Kenia se ha conseguido erradicar casi por completo esta práctica tradicional perjudicial en la zona de Tharaka, en Tangulbei se ha reducido casi hasta un 60%, y desde hace dos años se trabaja en Abakuria con los mismos objetivos. Gracias a estas organizaciones, miles de niñas disfrutan de sus derechos plenamente, pero todavía son muchos los retos que hay que superar para conseguir acabar con la MGF y la grave vulneración de derechos que supone para las mujeres y las niñas.
Muchas niñas huyen de sus hogares para evitar ser mutiladas y sometidas a un matrimonio forzoso, pero algunas no lo logran