En primera persona
Del 5 al 10% de la población tiene dislexia. Esta dificultad de aprendizaje difícil de diagnosticar pasa factura a la autoestima y está unida en muchos casos al abandono escolar.
Luz Rello, cómo superar la dislexia.
Los niños que tienen dislexia ven minada su autoestima. Piensan que no valen, que no llegan, que son tontos... Pero en realidad tienen una dificultad de aprendizaje oculta, difícil de diagnosticar y muchas veces cara de tratar. Pero se consigue, con trabajo y sin estigmatizaciones. Luz Rello, doctora en Lingüística por la Universidad Complutense e investigadora, creadora de la empresa social Change Dislexia, contesta a las preguntas de Ser Padres.
¿Hay falta de pedagogía con la dislexia? ¿Nos limitamos a creer que es confundir la b y la d e intercambiar algunas consonantes a la hora de escribir?
Popularmente se ha creído que la dislexia es solamente la trasposición de letras, pero después de un profundo análisis empírico hemos visto que sólo el 2 % de las personas con dislexia cometen errores de trasposición de letras. Es cierto que las personas con dislexia cometen mu-
chos más errores que las personas sin dislexia tanto al leer como al escribir, pero muchos son similares sólo en mayor proporción.
¿Por eso es tan difícil de diagnosticar?
Efectivamente. Parece que la persona que comete esos errores es por desconocimiento, vaguería o despiste.
¿Cómo se define la dislexia?
A medida que la investigación, la imagen cerebral y los estudios del cerebro ha ido avanzando la definición ha evolucionado también. En el siglo XIX se pensaba que era una enfermedad pero hoy sabemos que la dislexia tiene un origen neurobiológico, o sea, que se puede observar en el cerebro, pero también se ha visto que a pesar de que afecta a los procesos lectores y escritores no afecta a la inteligencia general. En el DSM-5 (American Psychiatric Association, 2014) se define como “dificultad específica de aprendizaje”.
¿Se nace con esta dificultad?
Hay estudios científicos que dicen que tiene una causa genética. Pero sí creemos que entre el 70 o el 75% de las personas con dislexia tiene algún antecedente familiar.
¿Quién lo diagnostica?
Un logopeda o un psicopedagogo.
¿Puede aparecer después de un trauma, por ejemplo, como la tartamudez?
No, se nace con ella y aparece en la edad de la lectoescritura. A veces se puede observar algo antes, pero es menos corriente.
¿A qué dificultad principal, en su día a día, se enfrentan los niños con dislexia?
La mayor dificultad está en la lectura: en el reconocimiento de letras, de sílabas y, por supuesto, de palabras. Pero uno de los problemas a los que se enfrentan los niños con dislexia, y yo lo sé bien porque tengo dislexia, es que no te das cuenta de que lo que te pasa es eso. Ves que el resto de la clase lee o entiende bien las letras y que tú no, y te crees tonto porque tienes que hacer mucho más esfuerzo para llegar a donde llega el resto. Y es muy difícil que tú, como niño, te des cuenta que es algo relacionado con el lenguaje porque tú lo ves bien, eres inteligente, pero no lo consigues hacer. La autoestima de los niños con dislexia es muy baja. Les llaman o se sienten despistados o vagos y los padres no saben cómo repetirles ya las cosas y ayudarles a leer y comprender.
¿Pero no por ello es algo serio o de cierta gravedad?
No, porque no es una enfermedad ni priva de salud, pero es un problema social, porque la dislexia está relacionada con el bajo rendimiento académico y con el abandono escolar y se convierte en un problema familiar porque los padres no saben qué les pasa a sus hijos y los propios chavales tampoco El problema puede convertirse en algo tremendo.
¿Pero si aparece con la lectoescritura, y esto es en torno a los 6 años, y se relaciona con el fracaso y abandono escolar, a qué edad se diagnostica?
Porque no hay abandono escolar a los 6 o 7 años y entre medias hay unos años
Supone un problema social porque está relacionada con el bajo rendimiento académico
esenciales...Y horrorosos. Por eso es esencial diagnosticarla cuanto antes. Los diagnósticos oficiales se pueden dar a partir de los 7 años pero depende del profesional que puede valorar que el niño está en pleno proceso madurativo y considere que haya que esperar un poco para hacer una valoración más profunda.
¿Y antes de esa edad o antes de ir a un profesional no hay manera de saberlo?
Nosotros hacemos un test de cribado online que funciona a partir de los 7 años. Pero no deja de ser un cribado, si da evidencias de que pueda existir esta dificultad hay que ir a un profesional. Así que los padres que tengan la más mínima sospecha que no duden en entrar en nuestra web (www.changedyslexia.org) y hacerlo. Además es gratuito. Nos está costando mucho que siga siendo gratuito pero consideramos que es esencial para intentar identificar el problema cuanto antes.
Bien. Da positivo. Y entonces, ¿qué?
Incluso antes de hacer nuestro test y que dé positivo. Si los padres piensan que su hijo pueda tener dislexia yo les recomendaría que fueran al servicio psicopedagógico del colegio, al orientador o al maestro PT (pedagogía terapéutica), que están presentes en colegios públicos y privados. En 40 colegios de la Comunidad de Madrid se han empezado a utilizar ya nuestros test y en los próximos meses se empezará a utilizar la herramienta completa con excelentes resultados.
¿Y qué pasos se siguen después?
Algunos niños con clase de apoyo ya consiguen superar la dificultad, pero otros tienen la necesidad de que un profesional se ocupe directamente de su caso. Por eso es un problema social, porque hay gente que no lo puede costear. De ahí que hayamos creado nuestra propia herramienta.
¿Los trastornos o dificultades que no son enfermedades están dejados un poco de lado por parte de la Sanidad Pública?
Antes quizá sí, y todavía en parte porque no costea diagnósticos y tratamientos de dislexia, pero también es verdad que los mejores colaboradores que yo me he encontrado son los médicos de familia y pediatras de la Sanidad Pública. Así que quiero darle una lectura positiva a cómo están las cosas. Estos profesionales están empezando a usar nuestros test y están deseando formarse para ayudar a estos niños porque ahora los médicos de atención primaria se encuentran todos los días en la consulta dificultades de aprendizaje y tienen un verdadero interés en saber cómo actuar. Los profesionales quieren poder cubrir esta necesidad y en todas mis charlas y conferencias sobre dislexia la mitad de los asistentes son médicos.
¿Antes había las mismas dificultades de aprendizaje que ahora o ahora se diagnostican más?
Yo creo que siempre han existido: del 5 al 10% de los niños tienen dislexia, y la tendrán toda su vida. Es un porcentaje muy alto y por su origen neurobiológico no tenemos evidencias para pensar que ahora haya más que antes. Ahora hay más alfabetización y escolarización y como se manifiesta con la lectoescritura podemos pensar que hay más, pero lo que hay es más diagnósticos. En el caso de otras dificultades de aprendizaje no lo sé.
¿Qué hay que hacer con el niño que tiene dislexia?
La lectura y la escritura se aprenden, no es como el lenguaje oral que es connatural al ser humano. El cerebro está preparado para comunicarse en la lengua que le entre desde bebé. Llevamos ha-
blando 200.000 años, por lo menos desde el homosapiens. Pero la escritura es un invento muy joven, de 6.000 años, y además es complicado. Y encima, de las 7.000 lenguas que hay en el mundo solamente un tercio tienen alfabetos... Damos por hecho que leer y escribir es fácil, obvio y natural. Pero no lo es. Hasta hace un siglo y medio lo hacían sólo los privilegiados.
¿Qué les diría usted a los padres cuyos hijos están diagnosticados de dislexia?
Lo primero, tranquilidad, que con trabajo se soluciona. No tiene cura porque no es una enfermedad, pero sí van a poder desarrollar estrategias que le compensen y le permitan convivir con ella. Yo les recomiendo que hagan el test de cribado de nuestra web y si da positivo que vayan a un profesional en el centro educativo o a un centro privado donde el logopeda decidirá si necesita una terapia para aprender a leer de otra manera lo que implica un tiempo de trabajo y esfuerzo. Después de eso al niño habrá que acompañarle con técnicas de lectura y escritura muy constantes pero con excelentes resultados.
¿El adulto usará esas técnicas toda la vida?
Depende del adulto y de cuándo se lo detectaran. Pero en general, sí.
¿Qué pasa con el no diagnosticado?
Los adultos no diagnosticados de dislexia han pensado durante mucho tiempo que no valían, que eran vagos, que no servían para estudiar, que han tenido que renunciar al estudio... Muchos han desarrollado otras fortalezas como el razonamiento visual y son arquitectos, cirujanos, pintores... Pero en general, han tenido que aprender a convivir con esta dificultad “por su cuenta”.
¿Se está desestigmatizando?
En el mundo hispánico tenemos un estigma evidente, pero en el anglosajón, por ejemplo, está mucho más visibilizado. Si un anglosajón tiene dislexia lo dice sin más. Pero Pau Donés, Boris Izaguirre, Javier Mariscal, Dolores Redondo... tienen dislexia, lo dicen y no hay mayor problema. Estamos avanzando, yo soy optimista. No es una tara, es una dificultad.
Los médicos de atención primaria están muy interesados en formarse sobre dislexia