¿Ibuprofeno o paracetamol?
Para los mayores una gripe suele suponer un problema, ya que no es algo habitual. Los niños reciben bacterias y reaccionan ante ellas de manera distinta. Respeta sus ritmos de recuperación y evita la consulta.
El motivo más frecuente por el que se consulta a un pediatra es la fiebre en los niños y niñas. Los padres se preocupan al escuchar el primer llanto o una expresión de molestia en la carita de su hijo. Los médicos recuerdan que los virus están no porque hubo un descuido con la salud y la protección del niño, sino porque son necesarios para que tengan anticuerpos. No representan una amenaza en sí misma de forma habitual. Ante esa premisa hemos de preguntarnos si es necesario medicarles para bajar la fiebre.
¿Les medicamos?
La respuesta es no. “No hay que dar ningún fármaco cuando la fiebre está por debajo de los 38,5 ºC”, explica la doctora Carmen María del Águila Grande, pediatra del Hospital Vithas La Salud (Granada). A no ser que la fiebre le produzca gran malestar y continúe varios días, esas pri- meras enfermedades se tratan por sí solas. De hecho, es habitual ver niños en la consulta con 38 ºC de fiebre y jugando, corriendo o riéndose.
Ojo con los excesos
Una práctica muy habitual es administrar los antitérmicos a la vez, alternándolos, para bajar la fiebre en niños, sobre todo cuando es alta y persistente. Hay que tener precaución y recurrir a esa práctica como último recurso, ya que no se da la misma dosis de paracetamol que de ibuprofeno. Y cuando se alternan ambos medicamentos, el riesgo de equivocarse y dar al niño una dosis excesiva es elevado. En adultos las consecuencias no se notan tanto o no suelen ser muy graves, pero nuestros pequeños son más delicados y en pleno crecimiento. Un episodio tóxico puede causarle trastornos gastrointestinales para toda la vida.