Consejos
A algunos niños les cuesta conciliar el sueño y necesitan una ayudita externa para pasar el trance. Si tu hijo es de los que tarda, puedes utilizar algunos de estos trucos, una combinación de ellos o, en casos extremos, los cinco juntos.
5 claves para que duerma bien.
Miedo, inseguridad, angustia o, sencillamente, apego y necesidad de dormirse con papá y mamá y no solo en su cuarto... Lo cierto es que puede haber muchas causas detrás de la dificultad de un niño de dormirse en su cuna y a la primera. Normalmente, lo que necesitan es sentir cariño y seguridad, y siguiendo algunas pequeñas pautas lo consiguen (conseguiréis). No desesperéis, seguid vuestro instinto y ayudadle con paciencia y transmitiéndole confianza. Es cuestión de tiempo.
El chupete
Es el rey de los sedantes. En ocasiones basta con ponérselo para que el pequeño cierre los ojos ipso facto y caiga rendido. Pero tiene un problema: si el niño sólo sabe dormir con chupete, cuando se despierte por la noche y no lo tenga puesto llorará hasta que vayamos a ponérselo de nuevo o hasta que aprenda a buscarlo él solito (esto último es lo ideal).
Una lamparita con luz suave
Puede ser la solución a su dificultad para alcanzar el sueño. Las hay de todo tipo: pequeñísimas, con formas graciosas, con luces de diferentes colores, que proyectan imágenes en el techo... Tener una luz cerca de su cuna tranquiliza a muchos niños.
Rituales
En la mayoría de los casos, la rutina y la repetición todos los días de los mismos rituales, es el mejor somnífero para un niño. Si todos los días hay baño, después cena, bibe, lavado de dientes (si ya los tiene), cuentito de buenas noches, besito de papá y mamá, etcétera, le costará mucho menos dormirse. Es como si estuviéramos programando su cuerpecito para conciliar el sueño.
Música o un cuento hablado
Suele adormecerle dejar sonando un CD con una música tranquila o un cuento hablado (cuando el niño es más mayor).
Un objeto de consuelo
Puede ser algún peluche, pañuelo o mantita suave al que se pueda agarrar, abrazar o, simplemente, tener cerca. Si tiene un muñeco favorito al lado, no se verá solo en la inmensidad de la cuna y, por ende, se sentirá seguro y tranquilo. Hay veces que puede ser bueno dejar un objeto cerca con el olor de mamá: un pañuelo con una gotita de perfume, un jersey... Tiene el mismo efecto que el objeto de consuelo: le da seguridad.