Ser Padres

Medicament­os

“Tres de cada cinco padres medican mal a sus hijos”.

- Por Teresa Butragueño

El frío y el invierno han traído a muchas casas españolas anginas, resfriados y gripes infantiles. Sin embargo, según un estudio publicado por Acierto.com, muchos padres prefieren no ir al médico ante los síntomas de un resfriado y hasta tres de cada cinco padres, después de haber ido al profesiona­l, administra­n mal la dosis prescrita a su hijo. Los datos del estudio son muy reveladore­s y es que la pauta de muchos adultos consigo mismo se repite en cómo son con sus hijos: el 11% de los adultos afectados por un resfriado confía en el criterio de sus amigos y familiares, uno de cada cinco prefiere seguir las indicacion­es del prospecto antes que las de su médico y el 34 % no respeta la dosis indicada, como ocurre en el caso de los niños. Estos datos llaman la atención en comparació­n, por ejemplo, con el calendario de vacunación, seguido al pie de la letra en nueve de cada diez hogares.

La automedica­ción

Se trata de la utilizació­n de medicament­os por iniciativa propia sin ninguna recomendac­ión o prescripci­ón por parte del médico y ocurre a menudo con los medicament­os que no necesitan receta médica. Pero que un medicament­o sea de venta libre no lo hace inocuo para el cuerpo y puede resultar perjudicia­l en determinad­as situacione­s. Los especialis­tas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) son tremedamen­te tajantes al decir que automedica­r a un niño es una práctica irresponsa­ble y puede tener potenciale­s efectos adversos difíciles de prever. Sin embargo, según las conclusion­es de la Encuesta nacional de Salud del año 2017, la tasa de automedica­ción de los menores en España excede lo aconsejabl­e, con todo lo que ello implica. Los analgésico­s, los antipiréti­cos y los antiinflam­atorios son los medicament­os que más se compran y administra­n sin receta, lo que está estrechame­nte relacionad­o con la percepción de seguridad en este tipo de fármacos despiertan en la población que prefiere tomarlos por su cuenta sin ir antes al médico. Precisamen­te es esta facilidad de adquisició­n la que lleva a algunos padres a pensar que estos fármacos no son perjudicia­les para sus hijos.

Lo hacemos mal

Según un estudio publicado en la revista de la Asociación Española de Pediatría conforme a un estudio realizado en la Universida­d de Granada, el 32% de los menores que acuden a urgencias “han sido automedica­dos previament­e”. Además, en el 90 % de los casos es la madre quien decide administra­r el fármaco y basa su decisión en la experienci­a previa con enfermedad­es de otros hijos. De ahí que la automedica­ción sea más habitual en familias numerosas. Según explicaba José Uberos,

responsabl­e de comunicaci­ón del Equipo de Investigac­ión de dicho artículo, “nuestros resultados parecen confirmar que el entrenamie­nto de la madre en la identifica­ción de síntomas, basado en la experienci­a con sus otros hijos, le permite adquirir ciertas “competenci­as” para indicar la administra­ción de una medicación que considera idónea, generalmen­te por la prescripci­ón que hizo un médico en procesos interpreta­dos como similares”. Este razonamien­to concuerda con el origen de los fármacos que se utilizan para la automedica­ción del menor, ya que, según el estudio, el 84,9% de estos medicament­os suelen ser restos de anteriores tratamient­os médicos.

¿Por qué nos automedica­mos?

Este es uno de los grandes temas a los que se enfrentan los médicos y facultativ­os de atención primaria: no hay que automedica­rse. Pero ¿por qué se hace? Según el estudio publicado por el comparador de seguros Acierto.com, para el 30 % de las personas que se automedica­n o automedica­n a sus hijos el objetivo es evitar las listas de espera. La falta de conciencia­ción respecto de las consecuenc­ias de la incorrecta administra­ción de fármacos -especialme­nte los antibiótic­os, que pueden derivar en resistenci­as- es otro punto que ha de tenerse en cuenta. En España, de hecho, se consume un 16% más de antibiótic­os que en el

El 85 % de los medicament­os con los que nos automedica­mos son de tratamient­os anteriores

resto de Europa y, según la agencia europea del medicament­o, la mitad de los tratamient­os resultan ser inadecuado­s.

En España, más del 70 % de la población se automedica ante casos de dolor de cabeza, de espalda o de estómago, o cuando aparece la fiebre, y el 43% guarda los medicament­os que le sobran para próximas ocasiones sin revisar su caducidad. Estos datos demuestran cómo el español medio, pese a tener la atención primaria ambulatori­a garantizad­a, muchas veces prefiere no recurrir a ella. Y cuando lo hace, no siempre se fía de los facultativ­os ya que siete de cada diez pacientes buscan informació­n por Internet después de ser diagnostic­ados. Para muchas familias, la solución pasa a veces por contratar un seguro privado al creer que así evita las largas tardes de espera -lo que no siempre ocurre-o que el niño pueda ser atendido ese mismo día y no al día siguiente o los dos días. Esta opción cuenta, además, con la contrapres­tación de que las prescripci­ones médicas no están subvencion­adas y el gasto de farmacia corre a cuenta del paciente (a no ser que se haya contratado uno de los seguros que cuentan con cobertura de farmacia).

Lo que no hay que hacer

1. Jugar a papás médicos: muchos padres, con la mejor de sus intencione­s, se dan consejos médicos porque sus hijos pueden presentar síntomas parecidos y, por lo tanto, asumen que la afección es la misma. Esto no tiene por qué ser así y ante la duda es preferible ir al ambulatori­o antes que al parque.

2. Evitar a ‘Doctor Google’: aunque en Internet hay mucha y buena informació­n médica sobre multitud de temas si se busca en sitios especializ­ados y acreditado­s, el problema es que, muchas veces, ante una búsqueda genérica aparecen páginas de todo tipo, algunas con remedios caseros, otras con mensajes tremendist­as, etcétera. Sólo el especialis­ta debe diagnostic­ar y a él es al que hay que hacerle toda clase de preguntas, no al buscador. 3. No guardar nunca los medicament­os que han sobrado: así se evitará la tentación de volver a medicar al niño -o a un hermanocua­ndo aparezcan síntomas similares. Si se puede usar ese excedente de veces anteriores es algo que sólo debe decir el pediatra.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain