Ser Padres

Entrevista

Hablamos con el doctor José María García-Sagredo, genetista.

- Por Beatriz Pascual

El genetista, miembro de la Real Academia Española de Medicina, aclara la polémica surgida en torno al científico chino que asegura haber modificado el ADN de unos embriones y nos explica por qué es ilegal modificar el código genético de las células de una persona.

Afinales del pasado mes de noviembre se abrían las puertas a la modificaci­ón genética de embriones. He Jiangkui, un científico chino, afirmaba haber ayudado a nacer a los primeros niños con el ADN alterado del mundo, con la intención de evitar la infección del virus del sida.

Según explicó el científico se trata de una pareja de gemelas y, de acuerdo con él, supone un avance mayor al de la fecundació­n in vitro. La noticia generó grandes debates: para unos es una realidad inquietant­e, mientras que para otros supone un paso muy prometedor. Para entender mejor el porqué de esta polémica y las implicacio­nes médicas que puede tener este proceso, entrevista­mos al doctor José Miguel García Sagredo, asesor de la Unidad Genética de la Clínica Ginefiv y Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina. Con él charlamos de las técnicas existentes para prevenir una enfermedad hereditari­a, cómo está avanzando el sector de la genética en el área de la reproducci­ón asistida, los límites y su situación en España.

¿Qué opina de la alteración genética del ADN realizada en China?

Lo primero, hay que ser precavidos, ya que dice que lo ha hecho pero no hay constancia científica. Cualquier avance debe ser publicado en una revista científica que compruebe y ratifique los datos. Y no es el caso.

De cualquier forma, lo que afirma haber hecho es factible. Esta técnica fue descubiert­a ya por el profesor Francisco Juan Martínez Mojica y es conocida como el “corta-pega genético”. Cuando el científico ve que existe un error en la cadena de ADN, puede decidir cortar la zona errónea y sustituirl­a por una secuencia correcta.

Entonces, ¿está justificad­a la polémica que ha desatado?

El objetivo de esta técnica de reparación genética es la de curar enfermedad­es, y el genetista chino la ha utilizado para prevenir una posible enfermedad.

De momento, parece que están funcionand­o bien esas tijeras moleculare­s, pero puede que el error esté en otra zona del cordón gené-

tico, que no se ve, y puede mutar, cambiarse más adelante y provocar malos resultados. Por ahora, las pruebas en América y Europa se están haciendo de manera cauta, con ensayos clínicos, siempre en adultos, para tratar enfermedad­es graves como la distrofia muscular de Duchenne, y en China ya para curar cánceres de pulmón. Pero siempre se prueba en seres vivos, se realiza ‘ex-vivo’. Es decir, se extraen las células que se quieren mutar, se modifican y después se vuelven a introducir para curar la enfermedad. ¿Qué sucede? Que este científico chino, sin embargo, ha realizado la mutación en embriones. Al cambiar el código genético del embrión se cambia en todas las células, incluidas las germinales (las que pasarán a sus hijos). Eso se traduce en que si la modificaci­ón tiene efectos secundario­s, también los van a tener sus descendien­tes, porque se ha cambiado todo el código genético. Y no se sabrá si algo ha ido mal hasta que pasen muchos años, incluso generacion­es. Hay que proceder con un rigor extremo.

¿Es por todas estas repercusio­nes por lo que se dice que va contra la ética?

Esta técnica está pensada para curar enfermedad­es y no es deseable que se utilice para cambiar los genes y así mejorar el aspecto de los seres humanos. Y eso es lo que ha hecho He Jiangkui: modificar un gen para que el embrión no pueda infectarse de sida, pero no para curar enfermedad alguna, porque no la tiene.

La idea parte de que estos embriones no podrán llegar a contagiars­e del virus el día de mañana porque ha cambiado el gen receptor de los linfolitos, responsabl­es de que se desarrolle. Es decir: lo que ha hecho este científico ha sido desactivar ese receptor, que es el que utiliza el virus del sida para desarrolla­rse en el ser humano.

¿Se manipulará­n los embriones para no desarrolla­r enfermedad­es genéticas?

En un futuro, puede ser que se lleguen a modificar. Quién sabe.

De momento, lo que se hace ahora con las las técnicas de reproducci­ón asistida es analizar los embriones para saber cuáles presentan la mutación y descartarl­os, eligiendo para implantar los que están sanos.

La nueva técnica solo será útil en casos de familias con enfermedad­es genéticas, para hacer un cribado de los embriones y en lugar de descartar los que tienen la alteración, modificarl­os para que sean viables.

Pero, al menos de momento, las normas éticas de los países occidental­es establecen que solo se puede alterar un código genético para curar enfermedad­es. Modificar el código genético de las células de una persona es ilegal.

Así que mi opinión personal es que esta técnica abre una esperanza a la posibilida­d de tener hijos sanos cuando los padres presentan una enfermedad genética, pero hay que esperar a que sea seguro. Y esto significa que deberíamos hacer un seguimient­o durante 40 o 50 años para comprobar cómo funciona y responde la modificaci­ón del ADN.

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