¿Cuándo se sufre más?
Aunque haga pasarlo muy mal y provoque numerosas molestias en el cuerpo, el polen es, realmente, un enemigo microscópico que en determinadas épocas del año se convierte en el quebradero de cabeza número uno para muchas familias.
Primavera y verano
Las dos estaciones más difíciles en cuanto a la alergia al polen son la primavera y el verano. La cantidad de polen del ambiente va a depender en cada sitio concreto de factores climáticos y geográficos. También de la lluvia, que arrastra el polen y lo elimina de la atmósfera. En ciudades y en entornos muy contaminados, la incidencia de polen también es mayor que en ambientes con el aire más limpio y menos polución.
Las gramíneas, a la cabeza
En España, el polen que puede encontrarse en mayor cantidad es el de las gramíneas. Por zonas geográficas, en Andalucía destaca el polen del olivo y en el Levante mediterráneo el más común es el de la salsola.
Otros menos importantes
Aunque también pueden producir picos de alta polinización, otros pólenes son menos importantes desde el punto de vista alergénico, ya que su periodo de polinización es más corto. En este grupo están el ciprés, el plátano de sombra y otros árboles que son propios de ciudades y de zonas residenciales.