Bienestar digestivo
¡No hace caca!
Solo un 5 % de los bebés con estreñimiento lo sufre por una causa orgánica. La dificultad para hacer deposiciones en los pequeños suele ser temporal y puede deberse a una inmadurez intestinal. El problema puede aparecer tanto en niños alimentados con lactancia materna como en los que toman leche de fórmula. En ambos casos puede evitarse y tratarse.
“Que hayan pasado 48 horas sin que el bebé haya hecho caca no es sinónimo de que esté estreñido. Si es su ritmo habitual, come bien, gana peso y no está incómodo, no está estreñido. Un bebé se estriñe cuando sus heces se vuelven duras, disminuye su frecuencia de de-
posiciones y tiene molestias, explica Isabel Romero Blanco, coordinadora de Pediatría de HM Hospitales en Madrid.
En la mayoría de los casos el estreñimiento es funcional o idiopático, es decir, que no obedece a ninguna enfermedad de base. “En ausencia de unos antecedentes previos patológicos, como problemas detectados en el embarazo, retraso en la emisión de meconio, o problemas de defecación en los primeros días de vida, el estreñimiento suele ser un problema temporal, más que una enfermedad como tal”, matiza la facultativa.
Por debajo de los nueve meses podemos pensar que un bebé está estreñido cuando en realidad lo que tiene es la “disquecia del lactante”. ¿Qué es esto? Según Romero Blanco ese término responde a episodios de llanto, enrojecimiento facial y signos de esfuerzo y dolor previos a la emisión de heces que sin embargo son de consistencia blanda o semilíquida. “Se trata de un trastorno por inmadurez intestinal que suele ser transitorio y no requiere intervención”, explica.
Causas del estreñimiento
Además, a su juicio, hay que tener en cuenta que “en los lactantes las funciones del sistema excretor (absorción de agua y nutrientes, movilidad y relajación de esfínteres) no están completamente desarrolladas y adquieren su madurez progresivamente”.
Dicho esto, Romero Blanco diferencia entre los bebés alimentados con lactancia materna de los que lo están con leche de fórmula. “Con la lactancia materna las deposiciones suelen ser más blandas y regulares; sin embargo, cuando un bebé alimentado al pecho se estriñe puede ser un signo de falta de aporte. En los niños alimentados con leche artificial debemos revisar que la preparación sea la adecuada guardando la proporción de agua y polvo”, destaca. En cualquier caso, a medida que el bebé crece, la facultativa recuerda la importancia de repasar la composición de la dieta y la ingesta de agua para favorecer las deposiciones y evitar el estreñimiento. Una dieta en la que –recuerdano han de faltar ni verduras ni frutas.
Los primeros días
Los recién nacidos suelen hacer su primera deposición en las primeras 24 o 48 horas de vida. Es una caca negra, espesa y pegajosa, llamada meconio. Tras unos pocos días de deposiciones de transición, muy líquidas y de un color verde grisáceo, empiezan a hacer las deposiciones típicas del niño de pecho: semilíquidas, de color amarillo dorado (a veces amarronadas o verdosas), con buen olor y muy frecuentes. Muchos bebés hace caca cada vez que maman, aunque algunos hacen menos, solo 4 o 5 al día, y otros hacen más caca entre tomas, hasta superar las 20 al día.
Si un recién nacido no hace ninguna caca en las primeras 48 horas, o si luego no pasa varias semanas haciendo varias cacas al día, hay que consultar al pediatra. Podría ser normal, pero también podría tratarse de algún problema congénito.