Lo que dicen los expertos
El sexo es como el ejercicio: cuando dejas de practicarlo, se te olvidan sus beneficios, pero cuando lo retomas, recuerdas lo mucho que lo extrañabas. Por eso, lo importante es hacerlo, porque seguro que te va a gustar y vas a querer más. Eso es lo que recomienda la sexóloga y psicóloga Ana Belén Carmona, quien señala algunos trucos que otros padres han utilizado para seguir disfrutando plenamente del sexo a menudo:
A cualquier hora del día. ¿Por qué solo se puede hacer el amor de noche? Hay que cambiar el horario y aprovechar las rutinas infantiles para encontrar nuestro momento: antes de recogerle del colegio, mientas está en fútbol o va al parque con los abuelos, cuando duerme la siesta...
Bajo la ducha. Es una buena opción para quienes tienen miedo a ser descubiertos por sus hijos. Todos tenemos que ducharnos y en el baño suele haber pestillo. Además, el ruido del agua esconde los gemidos de placer.
Cita semanal. Es necesario para el bienestar de la pareja disfrutar de unas horas a la semana sin niños o, al menos, cada dos semanas. Hay que organizarse para que los abuelos, los tíos o algún amigo pueda quedarse con el pequeñín una noche. A él se le plantea como una fiesta, una oportunidad de jugar con sus primos o tener los mimos de los abuelitos. ¡Ni siquiera hace falta salir de casa! Una buena película y un sofá para hacerse arrumacos es suficiente.
Sexo «ninja». Los míticos guerreros japoneses actuaban en silencio y a escondidas. Pues ¿por qué no imitarles? De acuerdo, lo mejor es el sexo sin prisas, pero si surge una oportunidad, aunque sea breve, hay que aprovecharla. Si uno está más cariñoso de lo normal y el niño juega en su habitación, ¿por qué no disfrutar de uno rapidito donde se tercie sin hacer ruido? Romperá la monotonía diaria, con un toque de morbosidad y riesgo.