Aborto espontáneo
Se siente como una pérdida y es normal atravesar distintas fases del duelo. Si la tristeza no desaparece o se sufren otros problemas, hay que buscar apoyo psicológico.
Cómo superarlo.
Cuando nos sumergimos en el mundo embarazo y parto, encontramos todo tipo de información sobre cómo llevar esta situación tan especial en nuestra vida. Nos dan consejos, sugerencias, abundan los testimonios y las guías sobre qué comer, cuáles son las semanas más decisivas, qué pruebas y controles necesitaremos a lo largo de la gestación y todas las indicaciones necesarias para el parto y los primeros días con el bebé. Pero cuesta encontrar información sobre cómo sobrellevar el duelo por un aborto espontáneo. Porque a pesar de que no lo nombremos ni hablemos de ello, a todas nos asusta que ocurra. Sin embargo, también es una información muy valiosa. Puesto que, aunque cada persona es un mundo y vivirá este suceso lo mejor que pueda, saber cuánto puede durar el duelo, si hay fases, qué emociones son normales y cuándo debemos acudir a un médico nos puede ayudar a pasar mejor este trance.
¿Qué es un aborto espontáneo?
Se trata de algo más común de lo que crees. Entre el 10 y el 20 % de los embarazos terminan en un aborto espontáneo. En la mayoría de las ocasiones suceden durante los tres primeros meses. Hay diferentes factores de riesgo: anomalías en los cromosomas, mediación, la edad (a partir los 45 años, el riesgo de aborto es de un 75 %), haber tenido otros abortos o algunas enfermedades de la madre como, por ejemplo, diabetes. Existen diferentes tipos de aborto. En primer lugar, se encuentra la amenaza de aborto en la que hay sangrado pero el cuello uterino permanece cerrado. En estos casos, el embarazo puede seguir. Este puede convertirse en inevitable cuando la hemorragia aumenta y el cuello del útero se abre. También está el aborto incompleto, que necesitará tratamiento para extraer el tejido del embarazo, o completo. Un último tipo de aborto es el retenido, en el que los tejidos están en el interior y solo se detecta que ha ocurrido con una prueba de ultrasonidos, al comprobar que no hay latido o un saco gestacional sin embrión.
Síntomas de un aborto espontáneo
En muchos casos el aborto espontáneo puede venir acompañado de sangrado vaginal o manchado, dolor abdominal y cólicos fuertes. El sangrado puede ser leve o abundante, incluso, pueden desprenderse coágulos de sangre grandes.
Si te ocurre, acude rápidamente a tu médico para que valore la situación, te realice una exploración para ver si se puede detener la amenaza de aborto y te dé apoyo emocional,
El 20 % de los embarazos acaban en un aborto espontáneo, sobre todo en el primer trimestre
puesto no deja de ser una situación que la madre y el padre viven con mucha intensidad y de forma traumática.
¿Qué voy a sentir?
Aunque no todas las personas son iguales, ni experimentan las situaciones de la vida de la misma manera, hay emociones que sí son comunes. Por ejemplo, es normal sentir tristeza, angustia, culpa, desilusión. Sin embargo, con el paso del tiempo, todo esto pasará.
Y es que el aborto espontáneo es normal vivirlo como una pérdida. Y como tal se necesitará pasar por diferentes momentos para acabar aceptándola. Son las fases del duelo. Tal como explica el doctor José Luis Carrasco, jefe de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, existen diferentes fases:
La primera es una especie de negación, de no querer aceptar que se ha producido, que puede ser un error diagnóstico. Cuanto más inesperado es el aborto más fuerte es la negación. En las mujeres que sufren amenazas de aborto esta fase de negación es más breve o, incluso, puede faltar.
Tras ella, viene una fase de angustia y de sentimiento de rabia, más o menos consciente, que conlleva pensamientos de culpa o fracaso por no haber hecho bien las cosas o no haberlo evitado.
La siguiente fase es la fase depresiva, más o menos larga o evidente en función de las situaciones individuales. Es más intensa en mujeres mayores sin posibilidades de tener más hijos o en aquellas que tienen la maternidad más idealizada.
La última fase es la aceptación y superación de la crisis, lo que permite entrar en una etapa nueva y de persecución de nuevas metas. Dependiendo de las personas y de las situaciones, la reacción de duelo puede durar un mes o un año.
¿Y si no lo supero?
La mayoría de las personas superan un duelo por un aborto espontáneo. Sin embargo, “si la tristeza va a más pasado un mes, si se pierde progresivamente el interés por el entorno, si aparecen pensamientos recurrentes de culpa o fracaso o si se sufren alteraciones del sueño y este se va paulatinamente deteriorando, hay que alertarse ante una posible depresión y acudir a un especialista”, indica el psiquiatra. Por otro lado, hay que tener en cuenta que cuando el aborto es programado, “puede dejar una huella psicológica de culpa y de fracaso en la mujer, aunque sea para salvarle la vida (por ejemplo, por una enfermedad). Esta reacción biológica es inevitable pero se puede mitigar y superar con apoyo psicológico”, señala.
Si tu tristeza tras la pérdida no se pasa con el tiempo, pide ayuda a un especialista