Caligrafía
¿Qué sentido tiene enseñársela a los niños si usarán el teclado y leen letras de palo? La era digital está restando importancia a escribir a mano, sin embargo, la neurociencia nos dice que tiene muchas ventajas cognitivas para los niños.
Escribir a mano.
Los estudios llevados a cabo por la neurociencia confirman que la escritura manual contribuye al desarrollo cerebral y potencia la inteligencia. En líneas generales, escribir a mano ayuda a los niños a mejorar sus habilidades motrices, pero también a aprender a expresarse y a generar ideas, ya que exige que comprendan la frase antes de escribirla y activa regiones del cerebro que involucran el pensamiento, el lenguaje, el razonamiento y la memoria a corto plazo.
Aprender caligrafía es un paso más en la escritura a mano. La caligrafía está basada en la destreza manual para hilar letras con elegancia, haciendo de la escritura un arte donde puede verse la belleza de un texto escrito a mano. Isabel Padilla, licenciada en Historia del Arte y fundadora del Taller de Caligrafía (www.tallerdecaligrafia.com), asegura que “hoy en día creemos que con que nuestros hijos aprendan inglés, matemáticas e informática ya hemos conseguido darles lo mejor de lo mejor para su futuro. Tenemos que darnos cuenta de que nuestro cerebro es capaz de asimilar, al mismo tiempo, muchísimas otras materias que nos ayudarían a estar más capacitados en todos los sentidos”.
¿Qué se están perdiendo las nuevas generaciones al abandonar la caligrafía por el uso del teclado? “Desgraciadamente, las nuevas generaciones se están perdiendo arte. No nos damos cuenta de que el arte se puede realizar de formas muy diferentes atendiendo, por supuesto, a la capacidad de cada uno, pero no deja de haber arte. Es evidente que no todos somos Picasso pero, aunque la gente pueda pensar lo contrario, todos somos artistas. Si a un niño, desde pequeño, se le inculca disciplina en el dibujo, en la pintura, en la música, en la caligrafía… esa persona tendrá mayor capacidad para aprender otras materias”, asegura Isabel Padilla. La escritura manual no sólo desarrolla habilidades motrices finas, sino que a la vez ayuda al desarrollo de habilidades cognitivas y de comunicación. Al escribir manualmente se activa un área del cerebro conocida como Sistema de Activación Reticular a través de la cual, se filtra la información que procesa, priorizando aquellas áreas en las que estamos trabajando de forma concentrada. “Aunque nos pueda parecer fácil, escribir requiere una disciplina, una práctica constante que ayudará a nuestro cerebro de formas muy diferentes: orden, limpieza, proporción, espacios, tamaños, visión global..,”, asegura esta experta que lleva más de 20 años dedicada exclusivamente al mundo de la caligrafía.
La caligrafía y la psicomotricidad fina
La caligrafía o escritura manual es un recurso primordial para el desarrollo cognitivo. Al realizarla con las manos, el cerebro pone en funcionamiento diferentes áreas que interactúan entre sí para integrar la sensación o tacto manual, el control del movimiento y el razonamiento. Isabel Padilla comenta que “en el taller ayudamos a los niños que vienen a mejorar su caligrafía. El trabajo es arduo porque hay que reeducar y eso, aunque pueda parecer mentira, es una labor de tiempo. Es más fácil enseñar a una persona que no sabe escribir a que escriba bien, que a una persona que ya ha cogido vicios porque la mente puede llegar a ser muy vaga, se habitúa a algo y no quiere salir de esa zona de confort en la que se ha instalado”.
El uso de la escritura manual desarrolla habilidades motrices que ayudan también a la realización de tareas manuales en sus actividades diarias como puede ser el abotonarse y desabotonarse la ropa, atarse el calzado, cepillarse el pelo y limpiarse los dientes... Por lo tanto, el desuso de este tipo de práctica puede llevar a un decremento del desarrollo de habilidades que también son necesarias para la realización de actividades de la vida cotidiana. Pero no obstante, el uso de teclado también aporta el desarrollo de otras habilidades propias de la psicomotricidad fina cómo es el manejo de ambas manos.
Escribir a mano mejora el rendimiento escolar
Según un estudio publicado en la revista Journal of Learning Disabilities, para comprobar de qué forma interactuaban el lenguaje oral y escrito con la atención y las habilidades de función ejecutiva en niños de 8 a 13 años, la práctica de la caligrafía activa la mente y mejora la atención y la comprensión lectora, mejora
la coordinación motora y mental e incluso el rendimiento escolar.
Cuando las ideas y los pensamientos se plasman en un papel, mediante trazos coordinadamente realizados, se impulsa la concentración y la atención, dos aspectos básicos para una excelente memorización. Así la mente coordina lo que estamos pensando, y prepara la mano para poder realizar el trazo. Escribir o practicar caligrafía se puede comparar con aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o dibujar un boceto.
Y es que escribir de manera legible, rápida y con poco esfuerzo consciente, mejora el nivel de comprensión de textos en los niños, algo imprescindible para un desarrollo académico adecuado. De hecho, pese a que existen infinidad de técnicas de estudio, hay un secreto que impera por encima de todas: escribir a mano ayuda a memorizar. Se ha demostrado que los estudiantes que toman apuntes a mano (y no a ordenador) recuerdan más y tienen una comprensión más profunda de la materia. ¿Por qué ocurre esto? ¿Podría decirse que es una ventaja de cara a los exámenes? Un estudio reciente elaborado por psicólogos de la Universidad de California (UCLA) y Princeton y publicado en la revista Psychological Science, concluyó que los estudiantes que tomaron apuntes a mano recordaron tanto en las cuestiones de comprensión conceptual como el contenido de los hechos más claramente tras una semana, lo que quiere decir que tomar apuntes a mano es positivo para la memoria a largo plazo. Isabel Padilla afirma que “la capacidad que un niño, o que un adolescente, tiene para superarse en sus estudios se mejora con la caligrafía, pues ayuda, y mucho, pero se puede conseguir, también aprendiendo música, esgrima, pintura, artes escénicas, cocina o un deporte determinado. No podemos limitar nuestra mente a instruirse en cuatro cosas cuando los niños tienen la posibilidad de cultivar otras materias que ayudarán a la mente a ser más activa. Lo que tenemos claro es que la caligrafía llega a todos. Todos somos capaces de tener la habilidad suficiente para escribir bien. El ordenador nos ha facilitado la existencia, pero también nos ha vuelto más perezosos, Hoy en día se valora muchísimo a la persona que escribe bien, precisamente por eso, porque ya no estamos acostumbrados a ver belleza en la caligrafía”.
Sin embargo, tener buena o mala letra no influye tanto en el rendimiento escolar. Como asegura Isabel Padilla “nuestra experiencia nos hace ver que los niños que tienen mala letra, en una gran mayoría, son niños muy espabilados, inteligentes y con buenas notas. No creo que influya mucho en su rendimiento escolar. El problema está en que terminan traumatizándose porque no entienden que teniendo buenas notas se les llame la atención por la caligrafía”. Entonces, ¿qué diferencia existe entre escribir con letra de palo o practicar caligrafía? “Posiblemente, la mayor diferencia está en la belleza de la caligrafía. Además, una persona que escribe con letra de palo nunca verá lo que es el gusto de escribir. La persona que escribe con una letra bonita siempre verá textos agradables y le quedará, cada vez que escriba, una sensación
La caligrafía es una habilidad que mejorará la comprensión lectora y la atención del niño
de bienestar que no se consigue si lo que hemos escrito está desigual o con borrones”. Para aprender a escribir con buena letra y tener una buena caligrafía necesitamos práctica. Cada día hay que trabajarla un mínimo de media hora. “Si queremos aprender a jugar al tenis, asumimos que es mejor recibir unas clases particulares antes de empezar a practicarlo. Si uno quiere tener una buena letra es aconsejable que nos asesoremos con profesionales en la materia y, después, no dejar de practicar lo aprendido”, asegura Isabel Padilla.
El impacto de la tecnología en la forma de escribir
Las nuevas tecnologías han posibilitado la escritura a través de pulsaciones y nos están convirtiendo en escritores híbridos, porque comenzamos desde niños con la escritura manual como toma de contacto con la lectoescritura y terminamos con el teclado. Es cierto que la escritura manual tiene muchas ventajas, pero también debemos darle el lugar que le corresponde en importancia a la escritura sobre teclado, ya que ésta implica el uso de ambas manos y el desarrollo de habilidades de reconocimiento a nivel cerebral de la posición de las letras en el teclado, entre otras.
Se culpa a los correctores ortográficos y a la rapidez que utilizan los jóvenes al escribir del incremento de las faltas de ortografía, pero estudios recientes de la Universidad de Aberta han demostrado que el lenguaje utilizado en los sms no tienen consecuencias negativas en la ortografía, y por otro lado los alumnos que tienen buena ortografía en el aula la mantienen en los mensajes cortos a través de las nuevas tecnologías.
La letra enlazada o manuscrita es algo personal y único que refleja nuestra personalidad. En el caso de que dejemos de escribir a mano, evidentemente se perderá este sello, pero mientras que escribamos de nuestro puño y letra, independientemente del tipo de caligrafía que utilicemos, estaremos activando nuestro cerebro y nuestra huella en la escritura seguirá presente.