Dermatología
Es más delicada que la nuestra. Por ello, debemos prestarle atención y estar alerta ante cualquier cambio que se produzca.
Su piel según la estación del año.
La piel de los niños en general, y en especial la de aquellos con dermatitis atópica, es más sensible a los cambios de temperatura y a las características del tiempo de las diferentes estaciones del año. Esto es debido principalmente a que su piel es más fina e inmadura. Con el paso de los años, coge grosor y por tanto, no es tan vulnerable frente a los ataques externos. “Los cambios de temperatura son uno de los principales factores que pueden determinar la aparición de diferentes tipologías de lesiones en la piel que pueden desencadenar en un brote de dermatitis atópica o ecce
ma”, explican desde la línea de productos para la piel del bebé Multilind. Habitualmente la dermatitis atópica empeora en otoño e invierno y mejora con el calor del verano, pero en cada una de las estaciones son necesarios unos cuidados específicos.
Sus diferencias
La piel de los bebés tienen unas características especiales que debes conocer:
Su capa córnea (la más externa de la piel) es más fina. Esto provoca que su piel sea más permeable y que haya que poner especial cuidado en utilizar productos suaves, especiales para bebés y que no contengan tóxicos.
Unión dermo-epidérmica. La dermis y la epidermis son dos capas diferentes de la piel. Conforme el bebé vaya creciendo estas capas estarán más conectadas, pero al principio de la vida esta separación hace que su piel sea más frágil (por ejemplo, se descamará más fácilmente si le ponemos un esparadrapo).
El número de melanocitos (células encargadas de la pigmentación de la piel) es menor de lo normal, por eso los niños hasta los tres meses son más claritos. Además, la piel es más vulnerable ante la radiación solar, por lo que hay que tener mucho cuidado en no exponerlos al sol el primer año de vida y, más adelante, hacerlo siempre con factor SPF 50.
Las glándulas sudoríparas no funcionan a pleno rendimiento. Por eso, cuando los bebés sudan demasiado, se producen erupciones cutáneas.