Papillas bio ¿qué las hace diferentes?
Actualmente contamos con una amplia gama de productos bio para alimentar a nuestros hijos. Conoce qué los distingue de los convencionales.
Los términos “eco” (ecológico ) y “bio” (biológico) se consideran sinónimos según la legislación vigente de la Comunidad Europea. Y es cierto que todos los alimentos que lleven alguna de estas denominaciones comparten una característica fundamental: su origen. Según lo establecido por la normativa, cualquiera de ellos proviene de una fuente natural, descontaminada, sin haber sido modificado genéticamente y sin usar sustancias químicas.
Alimentos ecológicos
Son aquellos que desarrollan todas sus etapas de crecimiento y producción en la naturaleza y sin intervención artificial. Es decir, para que un cereal sea ecológico, la tierra y el agua donde se produce debe estar descontaminada, se aprovechan las condiciones naturales para su desarrollo, sin el uso de pesticidas ni fertilizantes químicos, y se respeta el medio ambiente.
Alimentos biológicos
Siguen las mismas pautas de producción que los alimentos ecológicos. Sin embargo, la etiqueta ‘eco’ se suele asociar a prácticas sostenibles y tradicionales de producción, mientras que la “bio” se identifica más con la selección natural de las especies y con que el producto no haya sido modificado genéticamente.
Papillas bio
“Las papillas de cereales de cultivo bio están elaboradas con cereales naturales, sin modificaciones y sin tener productos artificiales añadidos como azúcar, colorantes o espesantes, por lo que no se modifican su sabor ni su color, lo que podría justificar su consumo”, explica la doctora Sol Florensa, especialista en Pediatría en PAIDO-DEX, unidad de Pediatría del Hospital Universitari Quiron Dexeus de Barcelona, miembros de Top Doctors. “En mi opinión, basada en estudios, se pueden dar cereales bio o, si se decide por unos convencionales, que sean sin azúcares añadidos”, comenta la experta.