Colegios Claret
Conectando con los intereses vitales.
En 1927 un físico teórico formuló el principio de Incertidumbre que dice, a grandes rasgos, que nada se puede conocer con exactitud, que siempre queda algo por descubrir en el conocimiento de las cosas. Es ese margen de incertidumbre que guarda cada uno lo que nos permite hacer que los alumnos y alumnas sean aún mejores.
El mundo al que llegan es un mundo en el que los puntos de apoyo en los que se asentaba cada vida ya no existen, es un mundo provisional, que quiere que todo sea rápido y sea bonito. Vivimos la realidad líquida que asegura que nada va a durar mucho, que cree que aparecen constantemente nuevas oportunidades que devalúan las anteriores. En un mundo en el que todo cambia, las personas también lo hacen y corren el riesgo de asustarse si intentan fijar algo que las defina. En el Colegio Claret de Madrid estamos convencidos de que vivimos un tiempo en el que debemos trabajar los núcleos de interés de la persona. Siempre es el momento de aprender matemáticas, lenguas o ciencias, pero ahora también es el momento de fortalecer a la vez la capacidad de dirigir su propia vida, buscar motivación para alcanzar las metas, ser hábiles al lidiar con las frustraciones, aprender a elaborar juicios y opiniones propias, crear vínculos emocionales de calidad y ser capaces de decidir y asumir las consecuencias de cada decisión. Es el momento de hacer una propuesta educativa que permita asentar cada vida en una base de valores sólida. En nuestro Colegio es el alumno el protagonista de lo que aprenden y está acompañado y exigido por un equipo docente que dará rigor a su desarrollo. Nada de lo que hemos querido decir hasta ahora se interioriza si no se hace trabajando en Equipos, compartiendo de manera ordenada el conocimiento y partiendo de la duda y la investigación. En una sociedad en la que el conocimiento está tan lejos como llegue nuestro pulgar, es necesario saber seleccionar datos, distinguir la información de calidad y ser capaz de transmitir el conocimiento elaborado por todos los medios que tengan a su alcance. Investigar, colaborar, dudar, elaborar y comunicar son verbos que están presentes siempre en nuestras aulas. El principio de incertidumbre está relacionado con el hecho de que el observador, por el hecho simple de mirar, influye en la realidad que está observando, la cambia e introduce una indeterminación. Somos conscientes de que cada acción educativa que emprendemos es diferente porque la reciben y la observan y la trabajan nuestros chicos y chicas desde sus realidades particulares. Y cada uno de ellos es único y le da sentido a nuestra tarea. Nada de lo que hacemos está escrito ni determinado cuando conectamos con sus núcleos de interés y confiamos en ellos. Estamos convencidos de que al final se irán de nuestras aulas personas libres y valientes, felices, comprometidas con el mundo, con la gente y con un futuro mejor. Cada uno a su estilo... Es un buen principio. Nuestro principio de incertidumbre.
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