Coronavirus
Lo sabemos: la preocupación ha sustituido a la ilusión por estar pasando parte de tu embarazo metida en casa y con una emergencia sanitaria, pero tranquila. Los ginecólogos y las matronas siguen velando por tu salud y la de tu bebé.
Dar a luz en estos tiempos.
Estabas acostumbrada a dar largos paseos y ahora el ejercicio que puedes realizar es en el salón de tu casa con una esterilla en el suelo. Ibas a tus revisiones feliz y ahora te angustias por ver a tu ginecólogo con mascarilla, extremando las medidas de higiene. Si la crisis sanitaria del coronavirus ha desestabilizado tu equilibrio emocional ahora que estás embarazada y sientes miedo por cómo se desarrollará tu gestación en estos tiempos tan revueltos, intenta relajarte. No dejes que esta situación temporal consiga robarte la emoción que supone estar esperando un bebé. Ginecólogos y matronas seguirán acompañándote a lo largo de estos nueve meses y resolverán cualquier duda que te pueda surgir.
Coronavirus y embarazo
La infección por COVID-19 en mujeres embarazadas se presenta de manera similar a la población general. “El período habitual de incubación oscila entre 4 y 6 días (pero puede ser hasta de 14 días) y la mayoría de pacientes presentan una enfermedad de carácter leve”, explica la doctora Anna Mallafré Vilar, ginecóloga y obstetra y miembro de Doctoralia.
Algunos de los síntomas más frecuentes son fiebre, mialgias (dolor muscular), tos, dolor de cabeza , diarrea, y también en algunos casos pérdida de olfato y gusto. Las embarazadas no parecen tener más riesgo para contraer la infección por COVID-19 ni complicaciones más graves que la población general. Solo si sufres hipertensión, diabetes o alguna enfermedad previa debes tener un cuidado especial. “Aproximadamente un 20 % de los casos evolucionan a formas graves, complicándose con neumonía, sensación de ahogo, falta de aire y otras alteraciones analíticas”, señala la experta.
Si te has infectado
Ante cualquier duda de que puedas haber contraído el coronavirus debes consultar a un especialista. “El tratamiento de la mujer embarazada en caso de infección leve será reposo en casa y control de temperatura, hidratación adecuada y tratamiento con antitérmicos si preci
sa”, explica la doctora Mallafré. Solo en caso de necesidad, y bajo supervisión médica, se pueden indicar otros tratamientos adicionales. Asimismo, si tenemos el virus, debemos mantener un aislamiento domiciliario (quedándonos solos en un cuarto y, si es posible, dejar un baño de la casa para nuestro uso exclusivo) y extremar las medidas de higiene.
“Es importante que consultes al especialista para tener unas indicaciones claras de cómo actuar, resolver todas tus dudas sobre el tratamiento y minimizar la angustia que esta nueva situación te pueda generar”, aclara la experta. Si presentas síntomas de mayor gravedad, como sensación de falta de aire, mal estado general, fiebre persistente superior a los 38 ºC que no baja con el tratamiento, dolor en el costado o sospecha de neumonía, puede que necesites un control más estricto y tu médico valore un ingreso en el hospital para asegurar tu bienestar y tratar adecuadamente la infección.
¿Afectará a mi bebé?
A pesar de que existen pocos datos disponibles, y que la información se va actualizando día a día, no parece que las embarazadas sean más susceptibles de contraer infección por COVID-19. Durante el tercer trimestre, tampoco se ha identificado que se transmita la enfermedad de la madre al feto durante el embarazo ni en el momento del parto. Además, “se han descrito pocos casos de infección en recién nacidos y los que se han dado probablemente hayan sido por transmisión horizontal, es decir, por gotas respiratorias o contacto cercano con una persona infectada”, señala la doctora. Respecto al primer y segundo trimestre, debido al poco tiempo de evolución de la infección COVID-19, no existen datos de personas que hayan contraído la enfermedad en este periodo.
¿Me pueden adelantar el parto?
En principio no. La infección por COVID-19 propiamente no es un criterio para adelantar el parto ni para finalizar el embarazo. El estado de salud de la madre y la sospecha de bienestar fetal, ya sea por la infección COVID-19 o por otra causa médica, sí que pueden plantear la necesidad de adelantar el parto, mediante inducción médica o cesárea, siguiendo los protocolos habituales de obstetricia de cada hospital.
Acudir a los controles
Durante las semanas de cuarentena domiciliaria se está tratando de reducir al máximo el número de visitas a los hospitales y centros de salud. Aunque se están cancelando todas las consultas no preferentes, el embarazo es una situación especial que nos obliga a realizar algunas prue
Hoy en día se cree que el virus SAR-COV-2 no se transmite a través de la placenta al feto
bas en semanas concretas no siendo posible retrasarlas. Si tienes una consulta programada en tu servicio de obstetricia, debes estar pendiente de tu teléfono porque el médico responsable revisará tu historia clínica y tus pruebas y se pondrá en contacto telefónico contigo si la visita al centro se puede evitar. Si no te llaman por teléfono, significa que debes acudir a la prueba (por ejemplo, cuanto tengas que realizarte la ecografía de diagnóstico prenatal o la toma del exudado vagino-rectal).
No obstante, para minimizar riesgos, te recomendarán que acudas sola al hospital y extremes las medidas de lavado de manos.
Si lo que tienes es cita de control con tu matrona en el centro de salud, llama para que sea ella quien decida si la visita es o no imprescindible.
Diferencias en el parto
Actualmente se prohíbe el acceso de familiares y visitantes a todos los espacios del hospital como medida para intentar disminuir la transmisión viral del COVID-19. Dado que el momento del parto y puerperio son una situación excepcional en la que la mujer debe disponer de una persona de referencia para recibir apoyo psicológico y físico, se te permitirá que esté presente tu pareja (si ni tú ni ella estáis infectados por COVID-19). Tu acompañante podrá pasar cuando estés en la sala de dilatación y, después del parto, podrá estar en tu habitación de la planta y del recién nacido lo que dure el ingreso. Tu pareja cumplirá la función de auxiliar en el cuidado del recién nacido y en la ayuda que precises (baño, lactancia, etc). Aunque hay hospitales que ofrecen servicio de habitaciones individuales, debido a la situación actual por el COVID-19, puede que debas compartirla.
Mi parto si estoy infectada
Como explican desde el Hospital Universitario puerta de Hierro Majadahonda en Madrid, “el personal que atiende al parto llevará unos trajes de protección muy aparatosos si das positivo en COVID-19”. Estos trajes son incómodos para ellos, por ello insisten en que tengas paciencia y colabores. En función de tu estado puede que haya que medir la oxigenación de tu sangre de manera continua con un sistema externo. El resto de las exploraciones y procedimientos intraparto o cesárea serán los mismos.
La decisión de si vas a poder estar acompañada durante el parto o no se tomará en función de muchos factores (estado y síntomas del acompañante, tu estado general…) por lo que habrá que individualizar cada caso y será el responsable del paritorio quien tome esa decisión. Los profesionales insisten en que tanto tu pareja como tú colaboréis y seáis comprensivos para beneficiar las condiciones del bebé, la madre, así como del equipo que atiende el parto. Además, existe la recomendación de realizar un pinzamiento del cordón umbilical precoz nada más salir el recién nacido, lo que impedirá que puedan ponerte al bebé sobre ti tras el parto. Los neonatólogos deberán explorar a tu hijo nada más nacer y no podrás tener contacto con el bebé hasta que entiendan que es seguro.