En casa sin agobios
Mejorar la comunicación en familia, buscar momentos de soledad, crear ciertas rutinas sin olvidar el tiempo de ocio y solventar las dificultades con grandes dosis de paciencia serán claves para llevar mejor el día a día.
Claves para llevarlo bien.
Cualquier obstáculo en nuestra vida puede verse como una oportunidad de mejora. Quedarse en el hogar con los nuestros, aunque sea obligado y por una situación que puede llegar a agobiarnos, también sirve para sacar lo mejor de nosotros mismos si sabemos gestionarlo bien.
Estrechar lazos
El confinamiento en casa es una buena ocasión para mejorar la comunicación en familia. Antes del coronavirus es probable que sintieras que apenas hablabas con tu familia. Salías de casa temprano para ir al trabajo y volvías con el tiempo justo para organizar cenas, baños y tareas para el día siguiente. La comunicación con tu pareja podía llegar a ser nula y el tiempo de juego
Vive el presente
No anticipes escenarios fatalistas que solo invitan a la angustia y a la ansiedad. Céntrate en el aquí y el ahora, manteniendo la cabeza a raya para que no juegue en nuestra contra. Trata de mantener la normalidad lo máximo posible a pesar de las circunstancias. que dedicabas a tu hijos era muy limitado. “Nos encontramos ante un momento donde se nos brinda la oportunidad de encontrarnos y de conocernos mejor al compartir más tiempo juntos. Es la oportunidad de sacar lo mejor de nosotros y poder aprender a relacionarnos mejor por exigencias del guión”, explica Teresa Muñoz del Toro, psicóloga del Centro Tiban de Madrid (www.centrotiban.es). Obviamente, habrá parejas a las que esta situación les supere. “Al estar más tiempo juntos tenemos la oportunidad de valorar nuestra relación y, o bien encontrarnos en ella, o bien descubrir que está rota”, señala la experta. Pero, en cualquier caso, la escucha activa, expresar cómo nos sentimos y nombrar lo que cada uno desea y necesita del otro favorecerá la comunicación. Acepta los posibles conflictos que pueden surgir por el encierro e intenta expresar lo que te enfada, en lugar de enfadarte. Puede ser de gran ayuda contar con un espacio en la casa donde refugiarnos cuando nos sintamos nerviosos o irritados, dónde poder encontrar el modo de regular el malestar y prevenir discusiones que alteren el sistema familiar.
Crea una rutina
Distingue los días laborables de los días de descanso (fin de semana), pero intenta que sea un calendario laxo, flexible, donde quepa la posibilidad de cambio. Incluye tiempos para el estudio (preferiblemente por la mañana), comida (desayuno, almuerzo y cena), descanso y desarrollo de alguna actividad que implique mover el cuerpo. Mantener también una buena rutina de sueño es fundamental. “Tampoco conviene olvidar que el aburrimiento despierta la creati
vidad. Si siempre estamos ocupados nosotros o los hijos, no tendremos tiempo de inventar o fantasear con actividades muy saludables que en el ritmo de vida normal prácticamente han desaparecido”, advierte la experta.
Manejar la ansiedad
Pautar unas rutinas de funcionamiento previene el posible estado de angustia. “Tener una estructura predecible sobre lo que hacer en cada momento del día da seguridad, organiza y calma, sobre todo en este momento de nuestras vidas donde la incertidumbre está en el suelo de nuestras vidas”, comenta la psicóloga.
Por otro lado, debemos dosificar la información que recibimos acerca del virus COVID-19 para que no monopolice nuestras vidas y, ante todo, asegurarnos de que la información que nos llegue sea fiable, de fuentes certeras. Es un momento donde el brote de bulos se despliega generando más miedo del que ya se ha propagado y necesitamos acotarlo.
Busca espacios para realizar tareas que te gusten y continúa comunicándote con familiares y amigos. Somos seres sociales que necesitamos de la interacción para estar en equilibrio.