Su rutina diaria
¿Cómo organizamos el día para que no nos volvamos todos locos en casa? Aquí te damos las pistas.
Cómo organizarles el día.
No dejes demasiado a la improvisación. Para que los niños estén tranquilos y vosotros también es conveniente fijar unos horarios con actividades para realizar a diario, donde el tiempo de ocio y de descanso será igual de importante que el de las tareas.
Con una sonrisa
Lo más importante es contagiarnos de buen humor, grandes dosis de paciencia y tratar de no vivir la situación con angustia, ya que los niños perciben nuestro nerviosismo. La inseguridad que esto les genera puede hacer menos llevaderos estos días. “Intenta sacar partido a estos momentos en familia pero sin caer en crearnos unas alta expectativas difíciles de conseguir”, advierte Ana Gamo, psicóloga y coordinadora de Escuelas Infantiles Nemomarlin. Realiza actividades en familia y trata, según la edad de cada niño, de que haya momentos en los que se entretengan ellos solos. “Les daremos opciones de cambio de juego para evitar que se aburran, haremos actividades más tranquilas, y otras en las que tengan que moverse o bailar para descargar adrenalina”, explica la experta. Actividades como pintar, hacer puzzles, leerles cuentos, hacer construcciones y, por qué no, preparar un listado de películas para ver en estos días nos facilitará la vida en el hogar. Podemos cocinar con ellos y que nos ayuden con
algunas labores de la casa. De hecho, es el momento perfecto para involuclarles en las tareas del hogar. A partir de los siete años pueden prepararse ellos solos el desayuno o hacerse la cama. Recoger su cuarto y todo lo que han desordenado después de jugar también tiene que entrar dentro de sus obligaciones diarias. Practicar mindfulness en familia es otra manera divertida y relajante de pasar tiempo con ellos. Pon música relajante y enséñales a controlar y ser conscientes de su respiración. El yoga también les encanta. Realiza con ellos sencillos ejercicios de estiramientos.
Las manualidades suelen ser muy atractivas para casi todas las edades. En internet tienes multitud de tutoriales e ideas para crear en familia. “Lo importante es tener la mejor organización familiar que esté en nuestras manos y no querer llegar a todo. Hay un montón de actividades que podemos hacer con los niños pero nuestra actitud determinará que sean más entretenidas para ellos”, señala Ana Gamo.
Distribuye el tiempo
Mantener una rutina en los niños siempre les da seguridad y nos va a ayudar a que estén más tranquilos. Tener unos horarios de sueño y de comidas fijos y organizarnos para que en los momentos en los que vayamos a tener que estar concentrados en nuestro trabajo ellos puedan estar también “trabajando” es importante. Con niños a partir de los 3 años podemos establecerles una serie de deberes diarios. Si son más mayores es probable que el colegio les haya enviado una serie de contenidos para que puedan repasar y no pierdan la rutina en tantos días sin ir al colegio. Incluir la lectura como rutina diaria será muy importante. “Diferenciaremos por tanto momentos de trabajo y momentos de juego. Un niño con todo el día por delante en casa, jugando a lo que quiere y sin saber qué viene después, con toda seguridad irá incrementando su nivel de energía y nerviosismo que acabará afectando a toda la familia”, advierte la experta. Que los niños estén todo el día en pijama no es la mejor opción. Aunque no salgan de casa, que se vistan a diario nos ayudará a todos a estar de mejor humor. Por las mañanas mantén una rutina de trabajo con contenidos que ellos relacionen con el colegio, su responsabilidad y obligación. Hacerles pequeños exámenes para que nos cuenten lo que han hecho o dibujen lo que han leído puede ser una buena opción.
Después, déjales jugar libremente. Si tienes varios niños pueden jugar juntos.
En el momento de preparar la comida podemos aprovechar para que nos ayuden a poner la mesa. El almuerzo puede ser un momento relajado para reírnos, hablar y disfrutar. Después de la comida, aunque los niños no duerman siesta, intentaremos que sea un momento relajado, en el que, por qué no, puedan tumbarse en el sillón y ver una película.
La tarde puede hacerse larga si no la tenemos organizada, por lo que elegir una actividad dirigida para cada día es una buena opción. Después organiza otro rato de juego, más libre, antes de comenzar con la rutina de los baños, la cena en familia y el cuento antes de dormir.