Revisiones
Los controles del embarazo deben seguir su curso, ya sea una embarazada sana o con infección por COVID-19. Solo en caso de infección y con síntomas leves se debe realizar aislamiento en domicilio 14 días y valorar aplazar la visita programada siempre bajo consejo médico cuando esto sea posible. Aunque hay algunas pruebas que no se pueden demorar, es importante minimizar las visitas presenciales y resolver las dudas por teléfono, con el fin de minimizar el riesgo de exposición al virus. En cualquier caso, se deben seguir las recomendaciones de la matrona o ginecólogo y acudir a las visitas de seguimiento indicadas para asegurar el bienestar de la madre y del bebé.
Si estás embarazada debes minimizar los riesgos para evitar el contagio por COVD-19. “Las mujeres embarazadas deben seguir tomando las precauciones adecuadas para protegerse de la exposición del virus y buscar asistencia médica si presentan fiebre, tos, sensación de falta de aire o malestar general”, señala la experta.
Lávate las manos con frecuencia: después de estar fuera de casa, de ir al baño, estornudar, toser o sonarse la nariz, y antes de comer o beber nada.
Evita tocarte la cara: cuando nos acercamos las manos a ojos, nariz y boca es cuando el virus puede entrar en nuestro organismo. Por esta razón, es fundamental poner especial atención a no tocarnos la cara para evitar contagiarnos accidentalmente.
Trata de no compartir utensilios: como cubiertos, vasos, o servilletas sin limpiarlos debidamente.
Limpia bien las superficies de la casa: contribuye a evitar contagios.
Evita el contacto con personas con enfermedades respiratorias.
Los protocolos para dar a luz han variado debido al COVID-19. Por ejemplo, en algunas ciudades se ha centralizado la atención de partos con sospecha o infección por coronavirus en los grandes hospitales. “Tu matrona, tu ginecólogo y tu centro te indicarán los pasos a seguir. En lo que se refiere al parto propiamente, en principio hay grandes cambios, salvo por las medidas higiénicas y de protección que se deben cumplir”, explica la doctora Mallafré. Se recomienda un solo acompañante y que sea el mismo durante el parto y el postparto y se favorece el alta precoz a domicilio cuando no ha habido complicaciones. En lo que se refiere a la lactancia materna, hay muy pocos datos todavía. Por el momento y ante la evidencia actual, la Sociedad Española de Neonatología y la Organización Mundial de la Salud recomiendan el mantenimiento de la lactancia materna por sus beneficios conocidos, siempre que las condiciones clínicas del bebé y la madre lo permitan, respetando las medidas de aislamiento (higiene de manos y mascarilla). “Sin embargo, estamos ante un momento de cambios y constantes actualizaciones de protocolos por lo que se aconseja siempre consultar con los profesionales del centro donde se da a luz”, advierte la experta.