Evita que se atragante
Para comer, el bebé debe estar erguido, nunca recostado. Debe estar sentado en una trona o en su defecto en el regazo de su cuidador.
Nunca se puede dejar a un bebé que está comiendo sin supervisión.
No se deben ofrecer comidas con alto riesgo de atragantamiento, como frutos secos enteros, palomitas de maíz, uvas enteras, salchichas cortadas transversalmente, etc.
También hay que evitar algunos vegetales y frutas duras, como la manzana y zanahoria crudas.
tipo de alimentos debes dárselos a tu bebé diariamente, de forma variada. “A los 12 meses, el lactante ya puede consumir el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia, aunque teniendo especial cuidado con los sólidos con riesgo de atragantamiento, como los frutos secos enteros, manzanas, zanahorias crudas o salchichas. Estos alimentos deberán evitarse hasta los 3 años” aclara el doctor.
La razón por la que es importante que el consumo de frutas y verduras se haga a partir de los 6 meses de edad es porque se han descrito problemas de alimentación a largo plazo y un consumo escaso de frutas y verduras en niños en los que se introdujeron tardíamente las texturas grumosas (más tarde de los 9 meses). No preveas una cantidad fija de comida que se tiene que tomar. La ración varía de unos niños a otros y según las circunstancias. Respeta sus signos de hambre y saciedad. “Los padres deciden dónde, cuándo y qué come el niño. El niño decide cuánto come. Obligar o coaccionar a un niño para que coma aumenta la insatisfacción familiar y el riesgo de problemas con la comida a corto y largo plazo”, advierte el doctor Sánchez.
Continúa con la leche
Entre los 6 y 12 meses, la leche materna sigue siendo el alimento principal, por lo que es recomendable que la mantengas a demanda, sin disminuir el número de tomas. La alimentación complementaria, como su propio nombre indica, no es sustitutiva, sino que se da junto a la leche. Si trabajas fuera de casa, puedes ofrecer a tu bebé la alimentación complementaria las horas que estés fuera, y cuando regreses del trabajo continuar con el pecho frecuente y a demanda. También puedes ofrecer a tu hijo yogur natural o queso desde los 9 meses y leche de vaca entera a partir de los 12 meses.
“Hay que tener en cuenta que la leche materna sigue siendo el lácteo de primera elección y se recomienda por encima de cualquier otra leche, siempre que madre e hijo lo deseen, hasta los 2 años o más”, apunta el experto.
Si no das el pecho a tu hijo, la leche de fórmula indicada por encima de los 6 meses de edad es la llamada de continuación. Según se vaya diversificando la dieta, disminuirá la cantidad de leche que ingiera, aunque se recomienda mantener al menos dos raciones de lácteos diarios (aproximadamente 500 ml al día).
De papillas a sólidos
La duración del tiempo en el que le alimentes con papillas dependerá de él. Hay que respetar su ritmo de desarrollo y permitir cierta autonomía, según sus capacidades. Cierto desorden a su edad no es malo:
No le molestes limpiándolo después de cada cucharada o bocado.
No interpretes como permanente un rechazo inicial a un nuevo alimento.
Sigue ofreciéndole alimentos más sólidos en los días siguientes o semanas a que te los haya rechazado, ¡sin presionar! Pueden ser neceEste
Entre los 9 y los 11 meses la balanza estará más equilibrada y el 50 % del aporte calórico deberá venir de la alimentación complementaria y el otro 50 % de la leche
El BLW mixto
Muchos padres optan por un Baby-Led Weaning mixto. Es decir, combinan dejar que el bebé experimente por sí mismo con la comida a la vez que le ofrecen algún puré o papilla en alguna de las comidas. Al principio se debe ofrecer la comida en palitos. Así, el bebé puede agarrar la comida con su puño y comer lo que sobresale. Cuando la habilidad motora mejora, se pueden ofrecer comidas seguras cortadas en pequeños trozos. Siguiendo unas normas básicas de seguridad, no hay diferencias en el riesgo de atragantamiento. A todas las familias, independientemente del método utilizado, se les debe educar en la prevención de atragantamientos con unas normas de seguridad (ver recuadro en página 48).