Si hay contagio...
La gestación no supone un factor de riesgo de complicaciones maternas en caso de infección por la COVID-19. La mayoría de las mujeres embarazadas infectadas previamente sanas, tienen un pronóstico bueno, similar al de mujeres no gestantes de su rango de edad. No se ha descrito hasta la fecha, ningún caso de transmisión vertical (infección fetal) aunque los publicados son pocos y de mujeres infectadas en el último trimestre.
El parto puede ser vaginal, aunque la tasa de cesáreas es mayor que en la población general. La lactancia materna podría disminuir el riesgo de infección del recién nacido por el paso de anticuerpos maternos tipo IgA.
Es lógico vivir esta situación con incertidumbre, miedo y ansiedad, son reacciones normales que en ningún caso afectan al feto. Es muy importante realizar algo de ejercicio diario y mantener una dieta adecuada. Pronto volveremos a una vida normal y todos como sociedad deberíamos analizar de forma pausada y constructiva, que podemos hacer para evitar repetir errores porque de otra forma, estaremos condenados a repetirlos.
comendable combatir los problemas de circulación asociados al embarazo llevando a cabo distintos ejercicios suaves con las piernas.
Cuidar la dieta
La alimentación puede afectar a los niveles de energía, sueño y estado de ánimo. Es recomendable eliminar alimentos procesados y azucarados y sustituirlos por frutas y verduras, proteína de calidad, frutos secos y semillas.
Cuidar el descanso
La mala calidad y falta de sueño son comunes en este periodo. Hay que evitar acostarse tarde, respetar las 8 horas de sueño y no irse a la cama con el estómago lleno.