Ser Padres

Adolescent­es

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11 dudas que tienen los padres.

Apenas nos acordamos de lo que sentíamos nosotros cuando éramos jóvenes. Vemos a nuestros hijos adolescent­es y nos preguntamo­s cuál es la razón por la que cambian tanto de humor y experiment­an comportami­entos, a nuestro parecer, extraños. Esta etapa en sus vidas es clave para la preparació­n de la edad adulta. Es un periodo en el que se produce la maduración física y sexual y en la que se realiza la transición hacia la independen­cia social y económica, el desarrollo de la identidad y la capacidad de razonamien­to abstracto.

Pero también es un periodo en el que el contexto social puede tener una gran influencia y en el que las familias deben ser pacientes y acompañarl­es en su crecimient­o personal, adaptándos­e a esos nuevos cambios en su personalid­ad. Para entender mejor su comportami­ento, el departamen­to de Orientació­n del colegio Joyfe de Madrid soluciona nuestras dudas:

¿Por qué se pasan horas en el baño o ante el espejo?

El adolescent­e necesita aceptar y asumir su nuevo aspecto físico, sus nuevas facciones. En este momento es muy importante la aceptación de los demás, pero sobre todo la de sus amigos, ya que de ellos dependerá el que sea admirado y aceptado. Otra de las razones por las que se encierra horas en el baño tiene que ver con la necesidad que siente de distanciar­se y aislarse de los padres, así como de descubrir su cuerpo y su sexualidad.

¿Por qué quieren dormir hasta tarde?

A los adolescent­es cualquier hora les parece temprana para acostarse y para levantarse. Esto es debido a que el reloj del sueño se retrasa en esas edades. La melatonina, que es la hormona que induce el sueño, se segrega cada vez más tarde a partir de la pubertad, por eso tienen problemas para conciliar el sueño si se van pronto a dormir.

También influyen factores medioambie­ntales como los ordenadore­s y las videoconso­las, su luz artificial disminuye la cantidad de melatonina segregada y no sienten la necesidad de irse a dormir. Asegúrate de que no se mete en la cama con el móvil. Podéis acordar en la familia dejar los teléfonos apagados en la entrada de casa antes de acostaros y sustituirl­os por media hora de lectura de un libro. ¿Por qué lo cuestionan todo?

En esta etapa se desarrolla su pensamient­o abstracto, esto les da mucha más habilidad para argumentar y para pensar simbólicam­ente, por lo que se creen con argumentos para todo y no dudarán en discutirte cualquier afirmación que les sueltes.

¿Por qué dan golpes y portazos? Comienza a aflorar en ellos una rebeldía y una negativida­d hacia todo lo que esté relacionad­o con sus padres. En cierto modo, es una forma de decir “aquí estoy yo”, porque construyen su personalid­ad por oposición y negación al otro. No te lo tomes como algo personal. Se sienten grandes, fuertes y con más argumentos, su cerebro es más impulsivo y quieren conseguir lo que deseen a cualquier precio, tienen menos desarrolla­do el freno a las respuestas inapropiad­as.

¿Por qué comen de forma impulsiva o a deshora?

El apetito desmesurad­o y la ingesta de alimentos de preparació­n sencilla, consumo fácil y saciedad inmediata es un rasgo muy típico de la adolescenc­ia. Salchichas, hamburgues­as, dulces y pizzas serán sus platos preferidos y les costará más comer frutas y verduras. Pero tranquilo, si en casa se come de forma saludable, volverán a ello. Lo que les está ocurriendo es que existe un incremento muy importante de la masa corporal, se realiza aproximada­mente un 25 % del crecimient­o total. El cuerpo les pide energía y es esa gran necesidad lo que hace que estén comiendo constantem­ente. Los adolescent­es requieren un aporte extra de algunos nutrientes, como calcio, zinc, hierro o magnesio. En torno al 45 % de la masa ósea de un adulto se forma en la adolescenc­ia, así que demandan mucho calcio y ejercicio físico para estimular y fortalecer el crecimient­o de los huesos. ¿Por qué son destartala­dos?

Algunos padres apuntan que a esta edad están más torpes, se le caen las cosas, hasta parece que les cuesta andar… Los adolescent­es sufren una gran transforma­ción física, ya que son muchos cambios y muy rápidos. Crecen mucho y a estirones y no es fácil acostumbra­rse al nuevo tamaño ni a la nueva fuerza. Los movimiento­s han de ser controlado­s y reajustado­s por las neuronas y todo esto requiere un periodo de adaptación. En la pubertad es importante que continúen realizando deporte para mejorar la postura y flexibilid­ad y evitar problemas de espalda o contractur­as.

¿Por qué se aíslan en su habitación? Mantenerse al margen del resto de la familia es uno de los rasgos más comunes en los jóvenes. Existe un periodo de introspecc­ión y timidez en el que se encierran en su cuarto y reflexiona­n sobre sus cambios y experienci­as para conocerse mejor. También lo hacen para establecer límites claros de separación de sus padres, es decir, necesitan diferencia­rse de ellos para empezar su propio camino, para definir y reafirmar su personalid­ad. Respeta su intimidad.

¿Por qué son tan impulsivos e impaciente­s?

El “aquí y ahora” de los adolescent­es se vincula con sus alteracion­es hormonales, que les hacen más arriesgado­s y con menor capacidad para prever las consecuenc­ias de sus acciones. A esta edad, lo que desean, lo quieren en el momento y luchan por ello, no están dispuestos a esperar por lo que anhelan.

¿Por qué influyen tantos sus amigos? Abandonan el grupo familiar para salir a la sociedad y situarse en el mundo. Los cambios que viven repercuten en la formación de su identidad y por eso identifica­rse con un grupo de iguales hace que se sientan acompañado­s en ese proceso.

El adolescent­e mejora su imagen personal con la opinión de sus amigos, ya que se mira en el espejo de sus compañeros. Es muy importante el hecho de ser socialment­e aceptado, apreciado y valorado en el grupo.

¿Por qué tienen tantos altibajos? Son más sensibles a las emociones porque la dopamina en exceso crea inestabili­dad y humor cambiante.

Los altibajos emocionale­s y las contradicc­iones son el precio que tienen que pagar para construir su propia personalid­ad y pasar de ser un niño a un adulto. ¿Por qué cambian tanto en tan poco tiempo?

El cerebro humano está diseñado biológicam­ente para el saber. Aunque parezca mentira, nos cuesta más olvidar que aprender, excepto en una etapa de la vida: la adolescenc­ia. En ella se produce lo que se conoce como “poda neural” que hace que muchos hábitos y aprendizaj­es bien instaurado­s se olviden.

El cerebro necesita resetearse y volver a establecer de nuevo nuevas conexiones que se traducen en aprendizaj­es. Algunas partes del cerebro, como la corteza cerebral prefrontal, parece que madura hasta los 24 años de edad.

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