Cuidado con...
Hay que taparlos porque pueden quemar a tu hijo. Las descargas eléctricas, si introducen algún objeto metálico, pueden ser muy peligrosas.
Enchufes. Cajones y armarios.
En ellos se encuentran objetos con los que hacerse daño o pueden trepar por ellos y caerse. ¡Pon cierres de seguridad!
Productos de limpieza.
Siempre fuera de su alcance. La mayoría son tóxicos para ellos y, además, pueden confundirlos con caramelos.
Bolsas de plástico.
Lo más lejos posible. Pueden adherirse a la cara de los niños y provocar asfixia.
Pequeños objetos.
Lo más probable es que tu hijo quiera ‘probarlos’ y se los lleve a la boca, lo que le podría producir una obstrucción total o parcial y asfixiarse.
Objetos punzantes o cortantes.
Pueden hacerse heridas, tragárselos... Mejor, fuera de su alcance.
Manteles.
Son una atracción para el niño. Pero puede tirar y hacerse heridas con los objetos que estén encima.
Plantas.
Algunas pueden ser tóxicas, así que hay que revisar cuáles tenemos y sus posibles riesgos antes de tener a nuestro peque merodeando por ellas.